El Ayuntamiento de Ibiza está ampliando las aceras de cuatro de las calles del centro de la ciudad. Concretamente se trata de las calles de Sant Cristófol, donde ya han empezado las obras, y las calles Cataluña, Castilla y Aragón, en las que las obras empezarán en breve.
En la calle Sant Cristófol se suprimirán 14 aparcamientos, mientras que el resto de calles el Ayuntamiento acabará de consolidar la los espacios peatonales que ya tenían estas calles desde el año pasado. En la Calle Sant Cristófol, la ampliación se está llevando a cabo desde el pasado lunes en el tramo que comprende entre la calle Canarias y la calle Abad y la Sierra. Allí el tipo de estacionamiento dejará de ser en batería para pasar a ser en línea, de esta manera, habrá 14 aparcamientos menos en esta zona.
Calle Sant Cristòfol
En el tramo en obras de la calle Sant Cristófol trabaja Eduardo Sequeda en su peluquería. Se trata de uno de los tramos de calle en los que no había zona azul y la primera observación del peluquero va en ese sentido: «La verdad es que para el negocio me va mejor que haya zona azul porque hay coches que se tiran aquí aparcados varias semanas delante de la puerta». Con lo que Sequeda no está de acuerdo es en que «reduzcan las plazas de aparcamiento a casi la mitad. Lo que hacen es obligarnos a dejar el coche en parkings de pago y en parkings disuasorios».
Y habla del caso de un cliente de edad avanzada que «cuando entra en Vila y se tira dos horas intentado aparcar se acaba ahogando y se marcha». Sin embargo, ante el hecho de que amplíen las aceras, opina que «me parece muy bien que se pueda caminar por la ciudad con amplitud, pero hay que pensar en todos, no puedes dar espacio por un lado y quitar aparcamientos por el otro».
Un cliente apunta que «si por lo menos hubiera un transporte público eficiente, no pasaría nada, pero para entrar en Vila hay que venir en coche». El peluquero acaba rematando que «lo ideal sería que lo pensaran dos cabezas y no una».
Calle Castlla
En la calle Castilla, el tramo a reformar es se que comprende entre la calle Canarias y la Calle Madrid. En ese tramo de calle trabaja Bin Zheng, en la tienda de moda La Bella. Su opinión respecto a la ampliación de la acera y la eliminación de plazas de aparcamiento es breve pero rotunda: «Me parece mal». Extiende un poco el argumento explicando que «en Ibiza hay mucha falta de aparcamiento y si cada vez quitan más va a ir peor».
Habla de que no es el único de la zona que no está de acuerdo: «Tenemos un grupo de Whatsapp los comerciantes de la zona y a nadie le gusta lo que están poniendo». Se refiere, en este sentido, a los tramos que el Ayuntamiento habilitó con postes y cuerdas para poder caminar por la ciudad manteniendo las distancias de seguridad: «Esto no ayuda para prevenir el Covid y no ayuda para el negocio», zanja Zheng.
C/ Catalunya
En cuanto a la calle Cataluña, el tramo a reformar comprende entre las calles Canarias y Bisbe Huix. Allí Carlos Marí regenta la cafetería Can Brodis. Marí apoya la iniciativa de ampliar las aceras de la ciudad: «Las que hay son muy pequeñas y está bien que las amplíen, que cuando se cruzan dos carritos con bebés, o personas mayores con su carrito de la compra, no caben». Sin embargo, reclama que «si las amplían que las amplíen bien, que no pinten y dejen la calle como está». Efectivamente, el hostelero apunta al mal estado de esta calle que «está llena de socavones».
Por otro lado, también pone el foco en la dificultad a la hora de aparcar en Vila y, tal como hiciera el cliente del peluquero, opina que «si el Ayuntamiento quiere que haya menos circulación por el centro de la ciudad, que está bien, deberían mejorar el transporte público. Que si ya cuesta bajar a Vila, cuando quiten más aparcamientos imagínate».
Calle Aragón
La parte de la calle Aragón en la que se prevé ampliar las aceras y eliminar las plazas de aparcamiento es la que comprende entre Abad y la Sierra y la calle Extremadura. Allí trabaja Cristina Casterad en la tienda Be-Boop. «¿Qué alternativa dan para los que necesiten aparcar?», se pregunta Cristina.
Opina que esta decisión afecta negativamente al comercio local ya que «dificulta todavía más que la gente pueda venir a comprar; cuanto menos sitio para aparcar menos gente entra en la ciudad», y apunta que «bastante mal lo está pasando el pequeño comercio para que pongan más trabas». Observa que «no se trata de una calle con aglomeraciones de gente que se pasee: no hace falta más acera, hace falta más espacio para aparcar».
Critica también el sistema que hoy por hoy reserva estos espacios a los peatones, cerrado con cuerdas, «parece que nos tienen en un corral, además cada dos por tres se cae una persona mayor que intenta saltar la cuerda para cruzar sin tener que ir al otro extremo de la calle».
Irene Bonet y Pepita Riera son dos vecinas de Vila. Pasean por la Calle Aragón y confirman la queja de Casterad sobre las cuerdas que marcan el espacio entre la calle y los peatones: «Si no queremos ir hasta el final de la calle, tenemos que pasar por debajo de las cuerdas», por lo que acaban asumiendo que «mejor que amplíen la acera y que quiten las cuerdas», tal como apunta Pepita. Sin embargo Irene observa la calle y le parece que «va a quedar muy estrecha, yo no sé si sabrá pasar con mi coche», para acabar aseverando que «sinceramente, no veo que esto suponga ningún beneficio».
La respuesta
La concejala de Vías Públicas de Vila, Elena López, comentó en una nota de prensa del pasado lunes al respecto que: «Vila es una ciudad en la que los traslados a pie son fáciles y, por este motivo, continuamos poniendo a disposición de la ciudadanía más espacios para peatones».
López recordó que se trata de «una tendencia que marca las políticas urbanísticas de otras ciudades de España y del mundo: dar mayor protagonismo a los peatones y que se sientan con la seguridad de poder desplazarse correctamente por la ciudad». Este proyecto está financiado con los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER).