El Govern balear entiende que los propietarios de licencias de taxi deben tener exclusividad, pero no moverá ni un dedo para aclarar las numerosas ambigüedades del decreto nacional 763/1979 sobre regulación del sector del taxi ni de la ley autonómica 4/2014 que debería aclarar lo que no está específicamente regulado en el decreto nacional.
El diputado de Ciudadanos en el Parlamento autonómico, Marc Pérez Ribas, puso en evidencia el contrasentido de que el Ayuntamiento de Vila obligue a que el titular de la licencia «tenga que llevar su taxi en exclusiva» pero el alcalde de Sant Josep, el socialista Ángel Luis Guerrero, «sí que pueda gestionar su taxi en Sant Antoni con asalariados, sin tener que conducirlo, al amparo de la ley balear 4/2104». Ante esta dicotomía, el diputado de la formación naranja exigió al conseller de Vivienda y Movilidad, Josep Marí Ribas Agustinet, que dejara clara cuál es la interpretación legislativa que debe imperar.
El conseller, por su parte, aseguró que «no hay una respuesta concreta» y recordó que el decreto 763/1979, que preside todas las actuaciones con respecto al taxi, «habla de exclusividad». Sin embargo, la ley autonómica «puede ser que haya dejado un pequeño espacio de interpretación y, como los ayuntamientos tienen capacidad para regular los taxis a través de sus reglamentos, algunos han hecho una interpretación distinta a esta».
Asimismo, matizó que los servicios jurídicos de la Conselleria avalan la exclusividad de los propietarios de licencias de taxi «pero también se pueden tener trabajadores».
Ante esta ambigua respuesta, Pérez Ribas criticó que el conseller que se «ponga de perfil» ante esta polémica y le volvió a preguntar sobre «si las ordenanzas pueden saltarse a la torera la legislación balear». Además, hizo hincapié en la necesidad de modificar y aclarar el texto legislativo balear «en aquellos aspectos que tenga un redactado ambiguo». «No puede ser que algo tan importante como el uso de una licencia tenga diferentes criterios según el municipio donde se ejerza la actividad, independientemente de si afecta a un representante público, porque todos somos iguales ante la ley».
Ante esta reprimenda, Marí Ribas se quejó de que le ha tocado llevarse la bronca cuando él no fue el autor de esta ley y criticó que se le exija que lo arregle. «Estaría bien que todos hiciéramos la misma interpretación de la ley», aunque reconoció que «el tema del taxi tiene muchas aristas».
Finalmente, invitó Marc Pérez Ribas a presentar una iniciativa al respecto. «Usted está aquí como diputado de este parlamento», subrayó Agustinet, «y también puede presentar cualquier alternativa de cualquier cosa que se tenga que rectificar», concluyó desentendiéndose del asunto en lugar de tomar la iniciativa como conseller del ramo.