Con Marc Torres (Ibiza, 1981) se vivió este pasado jueves en el Centro Cultural de Jesús uno de los momentos más emotivos de la entrega de premios de la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera, Pimeef. El gerente de Motonáutica Ibiza subió al escenario para recoger la Mención especial a título póstumo para su padre, Mariano Torres, fallecido por Covid-19 hace unos meses.
Durante su intervención, Marc relató cómo su progenitor comenzó en el sector a los 15 años, fundando hace casi tres décadas la Feria Náutica de Santa Eulària o presidiendo la Asociación de Náutica de la Pimeef. «Padre, mentor. Te echamos de menos», destacó en su discurso.
—¿Qué supone para la empresa y para su familia este premio?
—Mi padre siempre impulsó la Asociación de Náutica de la Pimeef y, de hecho, la presidió durante once años. Siempre formó parte de la patronal y es un reconocimiento hecho por los suyos en el ámbito profesional y nos enorgullece bastante. Cuando murió mi padre recibimos innumerables muestras de cariño y condolencias por parte de muchas personas que nos arroparon en estos momentos tan duros.
—¿Cuál es la historia de Motonáutica Ibiza?
—La empresa se creó en 1982 con mucho esfuerzo por parte de mis padres, muchas horas. Poco a poco fue creciendo hasta llegar a la actualidad. Yo entré con unos 15 años y llevé el tema del chárter desde los 18. Había alguna empresa más antigua, pero cuando empezó el movimiento de la náutica deportiva, fuimos de los primeros en salir y en empezar a alquilar embarcaciones.
—¿Qué servicios ofrecen en la actualidad?
—Tenemos una oferta bastante integral de todo lo que es náutica deportiva: desde venta de primera y segunda mano a mantenimiento, reparaciones, alquiler, venta de accesorios o custodia. Tocamos todos los palos.
—¿Cómo está ahora el sector?
—Teniendo en cuenta lo que es la incertidumbre económica y social de los últimos dos años, nos ha ido bien este verano puesto que ha sido bueno para Ibiza y para la náutica, en general. En muchos sectores, está pasando que faltan componentes y materias primas y no hay mucho stock de nada para el 2022 en el tema de la náutica deportiva. Motores no hay prácticamente y casi toda la producción de barcos está vendida. Es un buen momento para comprar lo poco que haya porque si alguien espera a comienzos de año, se quedará probablemente sin poder navegar en 2022.
—¿Se habrían imaginado esta situación?
—Para nosotros es inesperada. Vimos algunas pinceladas de lo que podía pasar al principio de verano porque era extraño que algunas piezas tardaran mucho en llegar o no había motores. Lo atribuíamos a un reajuste de la actividad después de la pandemia. Lo que pasa es que va a durar más de lo previsto.
—En los chárter, parece que también la temporada ha sido positiva.
—Ha funcionado muy bien porque es un producto muy atractivo para el turismo que viene a Ibiza, tanto el familiar como el que venía antes y más ligado a las discotecas. Funciona muy bien.
—El miedo a los contagios incrementó, según parece, las reservas de chárter.
—Sí, más el verano pasado porque el virus estaba más presente. Se podía crear como una burbuja de seguridad y era algo muy goloso.
—¿Qué supone para su empresa recibir un premio de Pimeef?
—Son un reconocimiento a un trabajo bien hecho y los premiados de este año lo merecen porque han trabajado muy bien estos últimos meses. Es una distinción al tejido empresarial de las islas, a quienes lo han hecho bien.
—Sobre las diferentes ayudas para paliar la crisis, ¿qué opinión le merecen?
—Nos hemos sentido más o menos respaldados. Por supuesto se puede hacer más, aunque ha habido sectores más maltratados.