Profesionales de la sanidad balear expresaron este viernes sus dudas sobre cómo van a aplicarse los preceptos contemplados en las leyes de Función Pública o de Normalización Lingüística, una vez el catalán vuelve a ser un requisito para trabajar en las islas.
A pesar de los intentos para aclarar cuándo una especialidad médica es deficitaria, y poder eximir así del uso del catalán a sanitarios que pudieran ser contratados, desde la Conselleria balear de Salud explicaron este viernes que la Ley de Función Pública recoge la posibilidad de exceptuar la capacitación lingüística si la falta de profesionales se produce cuando sea convocado el proceso selectivo. Sin embargo, preguntados sobre qué requisitos deben darse para que una categoría se considere deficitaria explicaron que «la norma no especifica las categorías deficitarias porque pueden serlo hoy y dejar de serlo en cinco años», insistieron.
Para el Sindicato Médico de Baleares Simebal, «prácticamente» todas las especialidades médicas en las Pitiusas son deficitarias. A modo de ejemplo, el portavoz de Simebal en Ibiza y Formentera, Carlos Rodríguez, aseguró que en Atención Primaria «falta lo que no está escrito, unos 30 profesionales para empezar».
En cuanto a especialidades hospitalarias, reconoció que en Radiodiagnóstico hay diez plazas y sólo están ocupadas cuatro. En Urgencias, «el déficit es brutal» y, según lamentó, lo mismo pasa en otras especialidades como Neumología, Reumatología o Digestivo.
También consideró que la consellera de Salud, Patricia Gómez, «faltó a la verdad» el pasado jueves en Ibiza cuando aseguró que no saber catalán no iba a ser un impedimento para trabajar en las islas. «Decir eso de que en las especialidades deficitarias van a saltarse la ley, me parece un poco arriesgado», manifestó. Rodríguez recordó, además, que en las Pitiusas «la excepción es la norma y que diga ella en qué departamento no faltan médicos en Ibiza y Formentera». «Dígale a un sevillano que venga aquí, pero que tiene que tener el B2 de catalán», criticó Rodríguez.
Falta de previsión
Simebal mostró además su extrañeza por el hecho de que el Govern no tuviera preparado otro decreto si intuía que la Justicia no iba a admitir su recurso contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Baleares que anuló el decreto sobre el catalán en la sanidad. «Ellos necesitan un reglamento. Faltan recursos y previsión», insistió el portavoz.
Rodríguez aclaró que el Govern no puede convocar una oposición sin incluir la exigencia de un nivel B2 de catalán. Por ello, calificó de «ridículo» y «paranoico» este proceder.
«Se han equivocado desde el principio y dadas las características de nuestra comunidad, en concreto de Ibiza y Formentera, es muy complicado que vengan médicos a trabajar sabiendo que tienen un requisito, que es el catalán», lamentó el portavoz de Simebal.
El sindicato recordó lo sucedido en unas recientes oposiciones para odontólogos: del total de aspirantes, un porcentaje alto no pudo ni presentarse a las pruebas debido a la exigencia del catalán. Entre los motivos, o no tenían el B2 o su título no estaba correctamente homologado. «No es necesario que esto sea un requisito. Creemos que debe ser un mérito», señaló Rodríguez.
Desde el Govern, insistieron este viernes en explicar que las excepciones sobre esta obligación lingüística se rigen por la Ley 4/2016 de Función Pública que establece tres supuestos: insuficiencia de profesionales; la contratación de investigadores o científicos de ámbito nacional o internacional y en convocatorias de selección y movilidad que afecten a categorías de personal estatutario o laboral.
La posible excepción debe ser informada favorablemente por el órgano competente en materia de planificación de recursos humanos en el Servicio de Salud, aclararon. Otra de las dudas surgidas tras conocer el varapalo del Supremo se refiere a si los sanitarios tendrán todavía un plazo de dos años para obtener la titulación de catalán requerida.
Simebal aseguró que al regirse ahora las contrataciones por las leyes de Función Pública o de Normalización Lingüística, esta posibilidad queda anulada. «No sé por qué dice estas cosas», añadió el portavoz Carlos Rodríguez al valorar las declaraciones de la consellera en Ibiza en las que aseguró que iban a facilitar a los sanitarios cursos de formación para que aprendieran catalán e incluso, se refirió a esos dos años de plazo para obtener la titulación.