Los miembros de Podemos Ibiza han guardado durante todo el fin de semana un absoluto mutismo en relación a la enmienda presentada por su propio partido a los Presupuestos Generales del Estado. En ella, solicitan 68 millones de euros correspondientes al convenio de carreteras, aunque el reparto de tal cantidad sólo beneficiaría a Mallorca y Menorca.
A pesar de los intentos realizados por Periódico de Ibiza y Formentera, desde Podemos explicaron ayer que, por el momento, ningún miembro del partido a nivel insular iba a hacer declaraciones al respecto. Finalmente, tan solo el concejal de Movilidad en el Ayuntamiento de Ibiza, Aitor Morrás, contestó a las llamadas de este rotativo, aunque declinó realizar cualquier manifestación al considerar que no son cuestiones de índole municipal.
Formaciones como Ciudadanos o PP criticaron la postura de la formación morada y sólo el PSOE declaró el sábado que sí habrá dinero para carreteras, una vez se liquide el anterior convenio.
«Ha habido un desfase entre la ejecución, la liquidación de los convenios y el momento de los Presupuestos, pero dinero hay», afirmó Sofía Hernanz anteayer. «Ibiza va un paso por delante. Cuando se liquide todo, se volverá a reunir la comisión de seguimiento para valorar nuevos proyectos», agregó.
El vicepresidente primero y conseller de Gestión del Territorio, Infraestructuras Viarias y Lucha contra el Intrusismo, Mariano Juan, indicó que el convenio de carreteras está extinguido «hace años», pero en las anteriores cuentas estatales sí hubo partida presupuestaria para carreteras: «Lo que deben hacer es trabajar en las Cortes para que los Presupuestos reconozcan la deuda que tenemos de 16 millones en obras ya ejecutadas. Que se pague esta cantidad y, además, que se reserve una partida para el futuro convenio».
Javier Torres, coordinador de Cs en las Pitiusas, también se pronunció al respecto: «No podemos encontrar ninguna explicación racional [a la postura de Podemos]». La consellera no adscrita en la institución insular, Marta Díaz, denunció el «abandono» que sufre la isla tanto por parte del Govern como del Ejecutivo nacional puesto que «parece que Ibiza no le importa a nadie».