La titular del juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza, Clara Ramírez de Arellano, ha dictado una sentencia absolutoria para Rafael Sánchez, secretario general de la CGT de Ibiza y Formentera que fue juzgado como presunto autor de un delito continuado de calumnias e injurias por publicar que un restaurante de Formentera había despedido a uno de sus trabajadores por su condición sexual.
La vista oral se celebró el pasado 29 de septiembre en sa Graduada. La acusación particular solicitaba para Sánchez y, subsidiariamente la CGT, una indemnización de 80.000 euros. Durante la vista, además del acusado, declararon los denunciantes, así como el trabajador implicado en los hechos, quien en su día había denunciado por acoso al dueño del restaurante en el que trabajaba.
Según dictamina la magistrada en la sentencia, «de los hechos probados cabe concluir que no incurre el acusado en un delito de calumnias, al no reunir sus publicaciones y manifestaciones los requisitos necesarios». En este sentido, indica que en las diferentes publicaciones realizadas en redes sociales el acusado «en ningún momento» acusa al denunciante, con nombre y apellidos, del delito de lesiones y odio que denunciaba el trabajador. Añade que en todo momento se habla de un restaurante de Formentera, «pero nunca le identifica».
Además, tal y como argumentó en la vista Jesús Herrero, abogado de la defensa, «no ha resultado acreditado que la imputación sea a sabiendas de su falsedad o con temerario desprecio de la verdad porque la imputación se hace por parte del acusado basado en una denuncia que efectivamente interpone el trabajador por un delito de lesiones, que es quien relata los hechos y quien los corroboró en el juicio oral».
Durante el juicio el dirigente de la CGT ratificó que el despido respondió a una agresión transfóbica. «El trabajador fue despedido por su condición sexual, que además fue agredido por el dueño cuando fue a reclamarle el dinero de su nómina».