La futura residencia para mayores de Sant Josep no podrá ser una realidad hasta, como mínimo dentro de siete años dada la complejidad que presenta todo el proceso, en el que están implicadas tres administraciones: ayuntamiento, Consell d'Eivissa y Govern balear.
Así lo aseguró el alcalde de Sant Josep, Ángel Luis Guerrero, quien explicó que el solar donde está previsto ejecutar el proyecto proviene de una herencia legada por Josep Tur Serra Coques, que fue alcalde del municipio entre los años 1975 y 1976. Se trata de una finca rústica de alrededor de 70.000 metros cuadrados «que dejó al 50 % al Consistorio y al Consell insular con la única condición de que se edificara en ese enclave una residencia para mayores», explicó Guerrero.
El problema es que el ex alcalde puso un plazo de cinco años desde que recibiera la herencia para que esté acabada esta infraestructura tan necesaria para Sant Josep, que es el único municipio de la isla que no cuenta con instalaciones de este tipo. «En caso de que no se cumpliera este plazo», recordó el primer edil, «el solar pasaría a manos de la Iglesia de los Necesitados».
El Govern sería el encargado de llevar a cabo esta infraestructura, ya que es quien tiene la competencia, «y ya nos ha dicho que tiene dinero para hacerla y no pondrá ningún problema», anunció el alcalde josepí. La cuestión es que hay que realizar una transformación urbanística, que sería competencia del Consell d'Eivissa, porque se trata de un suelo calificado como rústico.
Ante lo complejo y farragoso de todo el proceso, y ante la evidencia de que no podría estar terminado en el plazo que señala el testamento de Tur Serra «porque las administraciones somos muy lentas y hacer todo esto no es fácil», el Consistorio se puso en contacto con al citada Iglesia de los Necesitados y le informó de que el tiempo que necesitarían para hacer la residencia superaría los siete años.
«La iglesia aceptó estos plazos» por lo que no reclamará la propiedad si no se cumplen, indicó Guerrero.
De cualquier forma, anunció que, en caso de que finalmente no se pudiera ejecutar el proyecto en ese terreno, se apostaría por otro terreno, también rústico «porque el Ayuntamiento prácticamente no tiene suelos urbanos», justo al lado del centro médico. De hecho, esta fue la primera ubicación que manejaba el Ayuntamiento para la residencia de mayores antes de conocer que contaba con esta herencia.