La expansión de coronavirus en las Pitiusas continúa imparable y ya se superan los 4.000 casos activos. Este viernes se notificaron otros 241 contagios en Ibiza y Formentera. En total, hay 35 personas ingresadas por este virus de las que cuatro están en UCI. A la vista de las cifras de casos activos y personas ingresadas se extrae, por tanto, que la mayor presión asistencial está en Atención Primaria. En este sentido,en Ibiza 3.814 personas están pasando el virus en sus casas seguidas por su médico de cabecera por teléfono, mientras que en la misma situación hay 234 personas en Formentera.
Presión en Atención Primaria
La presión en Atención Primaria ya está afectando a las consultas presenciales en algunos centros de salud de Ibiza. Es el caso del centro de salud de Vila, ubicado en la avenida 8 de Agosto, que este viernes a primera hora de la mañana informó a través de sus redes sociales de que se suspendían las consultas presenciales para adultos porque no tenían personal.
Desde la Conselleria balear de Salud manifestaron a este periódico que los sanitarios también se están viendo afectados por esta sexta ola de coronavirus, lo que puede provocar que la operatividad de algunos centros resulte puntualmente perjudicada. En todo caso, según añadieron desde la Conselleria de Salud y Consumo, se trabaja para reorganizar los recursos y poder recuperar la actividad lo más pronto posible, aunque reconocieron dificultades para que esta reorganización de efectivos sea rápida. En su mensaje, lamentaban los inconvenientes que esta situación haya podido causar a los usuarios. Según uno de los últimos recuentos, a fecha de 5 de enero en las Pitiusas había un total de 28 sanitarios bajo vigilancia activa, de los que 23 eran positivos.
Salud aseguró desconocer si la cancelación de consultas se había producido en otros centros sanitarios de Ibiza. Según parece, los carteles informativos que se colgaron en el centro de salud de Vila este viernes a primera hora desaparecieron horas después tras la alarma e indignación que el mensaje causó entre algunos ciudadanos.
La valoración
Para el Sindicato Médico de Baleares (Simebal), lo sucedido este viernes es el resultado de una situación denunciada por este colectivo hasta la saciedad: la falta de facultativos. «Es que es un problema muy grave. Además, estamos en situación de pandemia y cuando aparece una variante como Ómicrom, supercontagiosa, ésta se extiende que da miedo», recordó el portavoz del sindicato en las Pitiusas, Carlos Rodríguez.
Según detalló, en el centro de Vila habrá médicos que estén de baja por Covid, otros puede que de vacaciones, y todo ello ha provocado esta situación. «Ómicrom está haciendo añicos el sistema», lamentó.
«En estos momentos, cada vez que entra un paciente no sabes qué tiene. Hasta ahora, los casos se separaban en respiratorios y no respiratorios. En la actualidad, muchos vienen a la consulta con determinados síntomas, les mandas la prueba y acaban dando positivo. Así, entre unos motivos y otros, en ese centro se ha decidido atender sólo las urgencias», reconoció Rodríguez.
El facultativo aclaró que inicialmente, en el de Vila, cada médico tenía previsto pasar unas 70 consultas. Con la situación actual, los profesionales optaron por la atención a las urgencias, atender telefónicamente a los pacientes e incluso asistir personalmente a algún usuario que tuviera que ver de manera presencial a su doctor. Simebal aseguró que se ha otorgado a cada centro de salud cierta libertad para cancelar consultas «porque estamos en un momento de emergencia». «Tristemente no podemos atender a la población como se merece y tenemos que recordar que hay pacientes con otros problemas diferentes al Covid. Está todo desbordado y se nos plantea un conflicto ético», insistió.
Los sanitarios, según Simebal, temen contagiarse de Covid «porque si somos 20 médicos y caemos todos, sería muy grave», en relación a la velocidad con la que se propaga el virus.
Dos contagios por minuto
Del 1 al 6 de enero se han registrado en Baleares un total de 16.604 contagios, lo que significa una media de dos casos por minuto. Para afrontar la rápida expansión de la variante ómicron, la Conselleria balear de Salud está tomando decisiones a ritmo vertiginoso porque lo que traerá este nuevo año con ómicron es un cambio radical en la gestión de la pandemia.
De momento, Salud prevé reabrir vacunódromos en Mallorca para así aumentar el ritmo de inmunización frente al coronavirus, si bien por el momento no ha trascendido qué medidas tomarán para contener o mitigar la expansión de la pandemia en las Pitiusas. «Hay que entender que la llegada de ómicron ha sido explosiva y hemos tomado las decisiones cuando ha aumentado la presión», destacó Eugenia Carandell, responsable del proceso de vacunación en Baleares, quien afirmó que esta explosión «nos ha cogido por sorpresa, de ahí que sea necesario que la vacunación llegue a todo el mundo». En este sentido, Carandell destacó que si bien ómicron es más leve, el volumen de contagios es mucho mayor, por lo que se prevé que aumenten las hospitalizaciones.