Como cada dos años, la exposición Giramón del Fons Pitiús de Cooperació ha emprendido camino por las islas de Ibiza y Formentera para que los niños de cuatro y cinco años sean conscientes de las realidades que se viven en lugares tan alejados a ellos como la India, Nicaragua, Ghana, el Sáhara o Brasil.
Durante estos últimos meses ha estado ya en el Centro Cultural de Puig d'en Valls, en el pueblo de Sant Jordi, en el salón de plenos de Sant Joan, hasta este jueves en Formentera, y para terminar su trayecto viajará hasta Sant Antoni y a finales del mes de febrero hasta la sede del Fons, en 19 del carrer de l' Arxiduc Lluís Salvador de Ibiza, para que la puedan visitar los pequeños del municipio.
Es una muestra que cada dos años tiene un gran éxito entre los niños de los centros escolares que acuden a ella previa reserva de cita en el Fons Pitius a través del 971390298. Está coordinada por Fina Darder, pero es gracias a las indicaciones de Marta Cardona y de una simpática sargantana viajera llamada Na Torta, como todos aprenden «de forma lúdica y efectiva cómo es un día corriente en la vida de otros niños».
Además, según explicó ayer Darder a Periódico de Ibiza y Formentera «la exposición busca romper con la imagen de qué son niños pobres, desgraciados y sin recursos para hacerles entender que su vida es igual de digna a la nuestra, que solo depende de su contexto y que todos tenemos las mismas necesidades de alimentarnos, estar con nuestra familia o jugar con nuestros amigos».
Varios paneles explicativos
Giramón comienza con un mapa del mundo donde se ubica el lugar donde viven los pequeños y continúa después con cinco cubos en los que se presenta a los protagonistas, dando información sobre su país, sus colegios, sus comidas, su casa o sus costumbres. Además, en su parte superior incluyen unas aperturas, a forma de hucha, donde los pequeños introducen sus ideas según las explicaciones de Cardona.
Por otro lado, según Fina Darder, incluye paneles explicativos con informaciones básicas e importantes para que los niños ibicencos aprendan, por ejemplo, «que mientras ellos se levantan por la mañana y se ponen a ver la televisión mientras desayunan cualquier cosa, en otros países del mundo otros tienen que ir a cuidar a los animales, a recoger el agua y traerla a su casa andando o prepararse para recorrer como pueden los muchos kilómetros que les separan de su escuela».
Lo mismo sucede, tal y como explicó Darder, con su forma de divertirse. «Nuestros niños se quedan con la boca abierta cuando descubren que mientras aquí tienen acceso a teléfonos móviles, juegos de todo tipo y muchas comodidades, en otras partes del mundo hay otros que disfrutan sin videojuegos, con un balón, una comba o preciosos camiones elaborados con maderas y latas».
De hecho, para que todo sea más efectivo e interactivo, Marta Cardona anima a los pequeños a que vayan añadiendo a cada panel sus propias ideas sobre lo que están viviendo y aprendiendo con un resultado, según Darder, tremendamente efectivo. «Cada visita se prolonga durante más de una hora y el tiempo nos ha demostrado que Giramón, además de ser bonita, es muy efectiva porque conseguimos que estos pequeños que son nuestro futuro capten el mensaje para acabar aportando su granito de arena y ayudar a hacer nuestro mundo un poco mejor».