Un año más, los conocidos cuentacuentos David y Monma reunieron a una treintena de personas en la biblioteca Can Ventosa para conmemorar el Día Internacional de la Paz, que se celebra este domingo.
Durante su interpretación –acompañada de la música de una bandurria y una trompetilla, artes plásticas y desde un humor que se ha convertido ya en su seña de identidad–, David y Monma se refirieron al «respeto y a las distintas formas de entender la vida», así como de lo importante que es fomentar la «empatía» entre los diferentes. Por tanto, en realidad, se trata, según dijeron, de que «cada uno ve las cosas de una forma y todos los puntos de vista deben tener hueco en el mundo». En sus actuaciones, este dúo siempre concede gran importancia al humor para enseñar a los niños el respeto a las diversas maneras de enfocar las cosas.
[Cuentacuentos por el Día Internacional de la Paz con David y Monma, en imágenes (Fotos: Irene Arango).]
En varios lugares
En la sesión de este sábado, David y Monma entretuvieron a los pequeños con dos cuentos, El nen que plora y Bruno y Grimaldi. Este segundo, particularmente, habla precisamente de todo ello. Además, llevan relatándolo prácticamente desde que comenzaron a realizar estos cuentacuentos, no solamente en Ibiza, sino en otros muchos lugares.
Entre el público presente, Ana Belén Osuna había llevado a su hijo de seis años, Hugo Costa, quien, antes del comienzo de la función, estaba ojeando libros del cuerpo humano. Osuna afirmó que estaba bien hacer «algo diferente, no siempre ir al parque». Según dijo, era una buena manera de fomentar la lectura y quitarle, siquiera durante un rato, la televisión al niño. Hasta que comenzó la pandemia, solían acudir a eventos de este tipo, pero, desde hace prácticamente dos años, era el primero al que asistían.
Cerca de ellos, Luis Ramos y Laura López estaban esperando el comienzo con sus hijos, Martín –cinco años– y Claudia –dos–. Según dijeron, acuden a cuentacuentos siempre que pueden, ya sea en Ibiza o en otros lugares de la isla, como Santa Eulària o Sant Antoni.
En la primera fila había un niño disfrazado de Spiderman llamado Inhar Mazzoni. Su madre, Aixa Provencio, señaló que habían visto un cuentacuentos en diciembre y que, como les había gustado mucho, estaban repitiendo. Y, así, con historias con moraleja y una pizca de humor, todos contentos.