La Sociedad Balear de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Sbmiciuc) alertó el jueves de la saturación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y del agotamiento y la precariedad laboral del personal.
En un comunicado, la entidad pidió que no se dé la espalda a la gravedad de la situación de las unidades de críticos y aseguró que a la falta de camas se suma la falta de personal.
Estas deficiencias, argumentaron, afectan no sólo a los enfermos de Covid-19, sino también a todos los pacientes de cualquier otra patología que precisen ingreso y asistencia en una UCI.
Los profesionales apuntaron que a pesar del "enorme y constante esfuerzo" de los médicos intensivistas, las carencias tienen consecuencias negativas en la calidad de la atención a los pacientes.
Los médicos intensivistas lamentaron igualmente que "de manera continua" se han visto abocados a aumentar las horas de trabajo y el número de pacientes a los que atender en sus turnos.
Así, advirtieron del "agotamiento físico" general y del cansancio y la frustración que sienten ante las condiciones en las que se ven obligados a trabajar.
Además, añadieron, en línea con lo que sucede en otros sectores, y a pesar del contexto de necesidad de profesionales, el colectivo sufre un alto grado de precariedad laboral que genera falta de estabilidad en el trabajo y malestar ante esta incertidumbre.
Asimismo, advirtieron que los servicios de salud están "al límite y al borde de la extenuación" con cirugías canceladas y retrasos en consultas que repercuten en la precocidad de diagnósticos y tratamientos que pueden ser decisivos en la evolución de los enfermos.