La Junta Directiva del Club Náutico de Ibiza advirtió ayer de la «peligrosidad» de los pantalanes flotantes que se han tenido que instalar para cumplir con la última Autorización de Concesión Temporal, otorgada hace un año por la Autoridad Portuaria de Baleares (APB).
En un comunicado, desde el Náutico lamentaron que, una vez terminadas las obras, en el primer día de temporal el puerto ha quedado «absolutamente desprotegido». Desde el Club explicaron que se han visto obligados a tirar un muelle de hormigón que, aunque estaba obsoleto, era un resguardo importante que protegía de las inclemencias del tiempo o del paso de otras embarcaciones, y hacía más seguro el acceso de los socios a sus barcos.
Por esta causa, la Junta Directiva del Club Náutico de Ibiza anunció que solicitará una reunión con la Autoridad Portuaria para tratar este problema y elevará una petición para la ampliación de los años de concesión o la licitación definitiva de la misma, con el objetivo de poner en marcha las obras de mejora de estas instalaciones.
Según lamentaron, ahora están «en precario», aunque llevan tiempo pugnando para poder obtener la concesión a 30 años del Club y poder poner en marcha el proyecto de remodelación previsto. Asimismo, consideraron que es el «momento oportuno para que la Autoridad Portuaria analice si estas obras responden a los mínimos exigibles en seguridad de puertos».
Desde la entidad afirmaron que la APB traslada que, como el Plan de Puertos no está aprobado, no se pueden hacer instalaciones fijas, «pero la realidad es que no pueden obligar a hacer chapuzas y no resolver este problema que no sufre ningún otro puerto» en Ibiza. De hecho, sólo con el tráfico de las barcas de Formentera, las embarcaciones del Club quedan «totalmente indefensas», concluyeron.