Empresas de Ibiza reconocieron ayer su temor a un posible bloqueo de puertos de la Península por parte de los transportistas como medida de presión al Gobierno para que rebaje la escalada de precios del gasoil. De hecho, algunos empresarios pitiusos fueron alertados ayer mismo sobre esta posibilidad mediante un mensaje en sus teléfonos móviles.
Desde la Asociación de Transportistas de la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera reconocieron cierta preocupación ante posibles bloqueos en puertos como el de Barcelona. El pasado lunes, coincidiendo con el inicio de los paros de los transportistas en la península, las empresas pitiusas de esta patronal permanecieron en vilo hasta comprobar que sus mercancías habían podido embarcar rumbo a Ibiza.
Camiones saliendo del puerto de Ibiza en la mañana de este miércoles. Vídeo: Daniel Espinosa.
Según explicó ayer el presidente José Raya, algunos transportistas de la isla han avisado a sus clientes sobre posibles demoras a la hora de entregar el material. También representantes de empresas de diferentes sectores en Baleares reconocieron temer los efectos de estos posibles bloqueos que perjudicarían especialmente a todo el archipiélago. De hecho, durante el fin de semana algunas navieras reforzaron su flota con Baleares para traer a las islas más mercancías.
El vicepresidente de la CAEB en las Pitiusas, José Antonio Roselló, recordó que grandes agrupaciones empresariales como la Federación Balear de Transportes no están secundando los paros, por lo que recomendó calma a la hora de referirse a los efectos de estas protestas estatales, impulsadas principalmente por asociaciones minoritarias. «No es momento de hacer huelgas», consideró Roselló.
Para el experto, diferente sería si grandes patronales apoyaran los paros puesto que se producirían trastornos «muy graves» a la economía, adicionales a otros que ya están sufriendo las islas. «Todo el mundo ha visto que aquí hay que hacer piña y no buscar efectos particulares. Es un tema muy reducido», insistió Roselló.
Desde CAEB no descartaron que se produzcan «perturbaciones» en estas próximas jornadas, pero no grandes bloqueos en los puertos que conlleven un desabastecimiento en las islas puesto que sería un «chantaje inadmisible». «El Gobierno impondría medidas básicas para que no se alterara el abastecimiento en las islas. Tendría que cortarlo por lo sano», concluyó el vicepresidente.
La PIMEEF, Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza, expresó ayer tranquilidad porque «los puertos no se pueden cerrar». El presidente Alfonso Rojo recordó también que los paros están organizados y son secundados por autónomos y pequeñas asociaciones de transportistas, sin causar hasta ahora graves efectos en las Pitiusas. El pasado viernes, Rojo advirtió que un paro de más de 48 horas «comenzaría a crearnos muchos problemas». En caso de producirse, la patronal se vería obligada a pedir el auxilio de la Administración para garantizar la llegada de mercancías a las islas.
«La mayoría de empresas podemos aguantar entre 48 y 72 horas porque no estamos en temporada alta», reiteró Alfonso Rojo.
Desde PIMEEF Restauració se mostraron ayer más preocupados por los efectos de la guerra que por los paros, puesto que la incertidumbre que genera el conflicto bélico en Ucraina les impide cerrar precios con vistas a una temporada larga y, por lo tanto, la gestión de los gastos está resultando más complicada para los empresarios de la restauración. La patronal reconoció que mantienen contactos con algunos distribuidores para ver cómo se pueden suplir productos que ahora mismo son difíciles de adquirir como el aceite de girasol, aunque estas carencias están motivadas por la guerra y no tanto por los paros de los transportistas.