Las estanterías de la cafetería por el suelo y los productos flotando sobre un pequeño manto de agua que había entrado en la sala de pasaje de la embarcación Eleanor Roosvelt . Es la situación que sufrieron los pasajeros que la tarde del lunes realizaban la conexión Denia-Ibiza-Palma, que se vio golpeada por un temporal de mar que se tradujo en olas de hasta cuatro metros.
Ayer, varios pasajeros relataron a este medio que el barco se balanceaba de una «forma que daba miedo y en uno de los golpes de mar entró agua y los estantes de la cafetería se vinieron abajo. He hecho muchas veces este viaje y nunca había sufrido nada como en esta ocasión», indicó una pareja de vecinos de la Isla que suelen realizar este trayecto varias veces al mes.
Desde la compañía Baleària indicaron que el barco llegó al puerto de Ibiza a las 19.30 horas y advirtieron que solo se habían producido algunos daños materiales que afectaron principalmente al mostrador de una de las cafeterías de la embarcación.
Algunos pasajeros apuntaron que el agua entró por una de las puertas laterales tras un fuerte golpe de mar.
Añadieron que al bajar a la bodega para recoger el vehículo con el que viajaban advirtieron varios daños en la carrocería.
Baleària confirmó que algunos vehículos que viajaban en la bodega sufrieron «afectaciones leves» y la compañía se hará cargo de los daños.