La Autoritat Portuària de Baleares (APB) no regula ni está en su planificación regular las frecuencias de trayectos de embarcaciones de pasajeros entre las islas de Ibiza y Formentera. Así lo confirmó ayer el ente portuario, tras las declaraciones realizadas el pasado jueves por la presidenta del Consell de Formentera durante la presentación del decreto de Transporte Marítimo, en la que confiaba en que la reducción de frecuencias marítimas se lograse a través de la ordenanza portuaria por la que se establece la ordenación y asignación de atraques en los puertos de Ibiza y la Savina para determinados tráficos puesta en marcha por la APB ya que, a su entender, no se podía realizar esta regulación a través del propio decreto.
Según indicaron, «la reducción de frecuencias puede ser una consecuencia de la nueva normativa que impide la maniobra simultánea de dos embarcaciones en las zonas restringidas, pero no hay un plan de reducción en sí», reconocieron desde Autoritat Portuària. De hecho, lo que realmente hace la ordenanza es realizar una programación de escalas en la línea regular Ibiza-la Savina, aplicando los nuevos criterios de seguridad para este tráfico en la zona de servicio en ambos puertos.
Concretamente, define su objeto como «favorecer el uso racional en las instalaciones disponibles con garantía efectiva de la seguridad en la realización de las operaciones portuarias de aproximación, atraque, estancia, desatraque y salida en los referidos puertos».
Esta nueva programación implica que los barcos de esta línea regular realizarán, de uno en uno, las maniobras en las Zonas de Navegación Restringida definidas y que son próximas a los atraques asignados a esta línea en cada uno de sus puertos.
Fueron las propias empresas del sector las que señalaron que esta medida provocaría una reducción en el número de frecuencias entre las dos islas. En este sentido, el delegado de la Asociación de Patronales de Empresarios de Actividades Marítimas de Baleares (Apeam), Rafael Cardona, cifró esta reducción en un 25% en temporada alta. «Si tenemos en cuenta que cada verano se han llegado a programar 160 rutas, tras esta medida prevemos que la cifra no sobrepasará los 100 trayectos diarios», señaló Cardona.
Estos nuevos horarios, que sirven para evitar la concurrencia marítima, son una realidad en los puertos de Ibiza y Formentera desde el pasado 8 de abril puesto que los ferrys ya no salen exclusivamente a las horas en punto e y media. Se trata de una fase de prueba para comprobar cómo responderá el desarrollo de esta medida.
Esta reducción en las frecuencias marítimas no sólo afectará al número de rutas programadas, también implicará, según informaron desde Apeam, un posible impacto económico y podría incluso provocar que alguna naviera tenga que prescindir de alguna de sus embarcaciones e incluso de parte de su personal.