El Informe Mar Balear 2022, en su capítulo Playas, ha concluido que el litoral urbano de Baleares sufre más erosión y se recupera peor de los temporales.
Entre 2022-2012, Mallorca y Formentera muestran un 20% de las playas con retroceso en la línea de costa, mientras que Menorca e Ibiza lo hacen en un 10%.
También ha empeorado la calidad de las aguas de baño desde el punto de vista sanitario y el informe considera necesario establecer sistemas para hacer un seguimiento continuo sobre la evolución ecológica de un mayor número de playas.
Así, indica que Ibiza es la isla que presenta un mayor porcentaje de zonas de baño con una calidad inferior a excelente. En 2021, se han registrado 47 incidencias de recomendación de no baño y 12 de prohibición de baño, algo que supone un 28% más que en 2020.
Es una de las principales conclusiones de este informe, dado a conocer este jueves por la Fundación Marilles. En concreto, el estudio ha recopilado información actualizada sobre el estado de las playas de las Islas.
Según el estudio, la carga de usuarios sobre las playas ha crecido un 35% en los últimos cuatro años. Así, playas urbanas como El Arenal, Cala Millor, Cala Blanca y Cala en Porter muestran una mayor erosión.
Así, las construcciones en playas de puertos y aparcamientos y el tráfico de usuarios modifican los parámetros naturales de sedimentación. Por ejemplo, El Arenal y Sa Ràpita acumulan sedimento en zonas cercanas al puerto, mientras que las otras zonas muestran erosión. Es Trenc, según el estudio, tiene un mayor retroceso en las zonas de mayor paso de personas.
El Informe Mar Balear 2022 recomienda, ante esta situación, combinar información sobre la evolución sedimentaria y la capacidad de carga para conseguir una mejor gestión de las playas.
Igualmente apuesta por tratar los problemas de erosión con acciones más económicas y sostenibles a largo plazo.