Los datos sobre la ocupación turística registrada en mayo en Ibiza y Formentera han constatado lo que muchos ya auguraban a comienzos de año: la reactivación turística en las Pitiusas después de la pandemia será un hecho en este 2022.
Las islas cerraron mayo con un 67,20% de ocupación, casi el 70% solo en relación a Ibiza. Para el director insular de Turismo, Juan Miguel Costa, esta cifra es un dato «muy bueno», aunque esperado al mismo tiempo viendo la rotación y llegada de visitantes, así como la puesta en marcha de numerosas empresas.
«También manejamos buenas previsiones de cara a los próximos meses. Iremos en una línea ascendente», augura Costa, para quien los resultados ya se pueden comparar con los registradas durante el mismo periodo de 2018 o 2019, años históricos para el turismo en Ibiza.
Los mercados
En cuanto a mercados, el director insular valora la fidelización del turismo holandés o francés, que ha vuelto a visitar la isla en estos últimos veranos. «Podemos hablar del inicio de la recuperación turística. Sabíamos que, por la fuerza de la marca Ibiza, la recuperación aquí iba a ser así, mientras que en otros lugares será más lineal y costará más. Con cautela, pero contentos porque las cosas van bien», señala.
Desde CAEB, el vicepresidente en las Pitiusas, José Antonio Roselló, cree que la temporada ha comenzado «con muy buen pie», lo que da ánimos al conjunto de la actividad turística después de las dificultades pasadas.
Para Roselló, este buen momento puede extenderse a otros sectores, y no solo al hotelero, puesto que también empresas vinculadas a la náutica, a la restauración o al comercio, han registrado un buen comienzo de temporada. Por ende, se ha dinamizado el conjunto de otras actividades de apoyo, tales como el transporte, la jardinería o el de las empresas de mantenimiento.
«A día de hoy, los problemas vienen más por el lado de la oferta que de la demanda», asegura el vicepresidente.
De hecho, Roselló no puede obviar los problemas de personal que están sufriendo muchas empresas de las islas, además del incremento de los costes o las dificultades para conseguir determinados suministros.
«La euforia, sin embargo, es un dato y no nos tenemos que dormir porque en la actividad turística, en general, la victoria se gana día a día y nada viene regalado de arriba. En paralelo, también hay que estar vigilantes para mantener realmente el turismo que se quiere y que necesita la isla», concluye.
En cuanto a las perspectivas para el mes de julio, Caeb reconoce que «son muy buenas», aunque algunos «nubarrones» podrían acabar perjudicando la actual temporada. Entre ellos, el encarecimiento del transporte o el deterioro social en el Reino Unido.
Alicia Reina, empresaria y presidenta en Baleares de la Asociación Española de Directores de Hotel, muestra prudencia a la hora de valorar el arranque del verano, aunque reconoce que éste ha empezado bien a pesar de factores que complican el trabajo del sector turístico como son la inflación, el conflicto bélico en Ucrania o la falta de personal cualificado.
Junio muy positivo
Según Reina, los índices de reserva están acercándose a los registrados en 2019 y en algunos casos hasta se han superado. También en relación a junio, la presidenta en Baleares de los directores de hotel considera que está siendo un mes «muy positivo», con ocupaciones medias cercanas al 78% frente al 69% registrado en mayo y con precios medios muy por encima de los del 2019.
Reina destaca además que la estancia media de los visitantes suele rondar los tres días, coincidiendo normalmente con los fines de semana, formando picos y valles de ocupación que el sector está sorteando para intentar optimizar sus rentabilidades.
Mercados como el inglés, el francés o el holandés frente al turista nacional están siendo los más habituales en los establecimientos hoteleros pitiusos, probablemente porque el español es más sensible a las subidas de precios.
«La previsión para julio se tiñe de un gran optimismo. A pesar de ello, el sector turístico sigue navegando, contra viento y marea, en medio de una temporada atípica que parece arrojar buenos resultados, pero que no abandona la incertidumbre generada por factores externos que escapan a su control», manifiesta Reina.
Para una patronal como la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera (PIMEEF), la ocupación hotelera registrada en mayo no hace más que confirmar las previsiones que se manejaban meses atrás. El presidente Alfonso Rojo reitera que, desde el comienzo, todos los indicios apuntaban a un inicio de temporada «potente», a pesar de cuestiones sobrevenidas como la guerra en Ucrania.
Según Pimeef, sus asociados están contentos con los resultados actuales, aunque la búsqueda de soluciones a un grave problema como es la falta de personal les mantiene en vilo.
«Como agua de mayo están esperando los refuerzos que supondrán los estudiantes que han acabado y vienen ahora. También deseamos que el problema de las plantillas no vaya a peor y que éstas se hayan logrado fidelizar», asegura Rojo.
«Vamos a velocidad de crucero. Aumentar el trabajo con las plantillas actuales será posible de manera relativa. No podremos duplicar la actividad que tenemos ahora», puntualiza también en relación a las previones para el mes de julio.
El presidente de la Cámara de Comercio de Ibiza y Formentera, Carlos Marí-Mayans, coincide con el resto al manifestar que las Pitiusas viven una «buena temporada» según las cifras de ocupación hotelera o la demanda existente. «Las empresas deben afrontar este año los elevados costes debido a la inflación. Por ello, la rentabilidad será menor en comparación con otros años. Nos preocupa mucho ese nivel de demanda y que la isla pueda mantenerse como un destino de calidad en un mercado muy competitivo», explica. En este sentido, Marí-Mayans considera que «la temporada se presume como buena, pero queda mucho trabajo por delante».