El Ayuntamiento de Sant Josep dice que no escatimará esfuerzos para terminar con actividades ilegales como las que se registran desde hace años en Porroig, donde un vecino del municipio gestionaba hasta ahora y con total impunidad fondeos irregulares, llegando a amenazar a miembros de la plataforma Maltesa del Mar o incluso a concejales josepins.
Según manifiestan fuentes municipales, actividades así «perjudican a todos puesto que algunos se apropian de lo que es de los vecinos y vecinas del municipio».
El Consistorio explicó además que, en el caso concreto de Porroig, hace meses se impulsó la limpieza de los fondos marinos y la retirada de muertos que habían sido depositados para facilitar los fondeos no autorizados. Se da la circunstancia de que el mes pasado, buceadores de Protección Civil sufrieron un nuevo intento de boicot de las actuaciones que tenían previstas para seguir limpiando el lugar. El responsable fue el mismo vecino denunciado por amenazas.
El biólogo marino y buzo profesional, Pablo Montoro, es una de las personas amenazadas en Porroig tras bucear por la cala para comprobar el estado de los fondos marinos. Según reconoce a Periódico de Ibiza y Formentera , es la primera vez que vive una situación de estas características. «Me sentí sorprendido. No sé si hasta ahora infundiendo miedo este hombre había logrado mantener aquello en silencio, aunque todo el mundo lo conociera. Al final, se le ha ido de las manos», insistió.
«Los miembros de Protección Civil comentaban que a ellos les había dicho las mismas amenazas que a nosotros», añadió Montoro.
Para el biólogo marino, lo sucedido en Porroig debe servir de ejemplo para evitar que estos episodios puedan repetirse en otros puntos de la isla: «Ibiza está llena de caciques que se creen los reyes y hacen lo que quieren y espero que esto acabe pronto, que las autoridades se lo tomen en serio y comiencen a implementar las leyes que están vigentes desde hace tiempo pero que no se están implementando».
La plataforma de la que forma parte -Maltesa del Mar- advirtió que seguirá denunciando y trabajando para evitar los fondeos ilegales. «En Porroig hay unos arrecifes muy desarrollados en aguas muy poco profundas y están muy machacados. Las zodiacs que llevan a turistas desde los embarcaderos hasta los yates pasan por encima sin ningún orden», lamentó el experto, recordando lo costoso que es recuperar praderas de posidonia ya que la planta tarda mucho tiempo en crecer.
En el momento en que esos impactos se eliminen y se instale el campo de boyas ecológicas previsto, la posidonia comenzará a recuperarse, avanzó Montoro.
El cambio climático y el aumento de las temperaturas es otra de las graves amenazas para enclaves como Porroig. «El horizonte pinta muy mal», concluyó.
Una voluntaria de Maltesa del Mar que prefiere preservar su anonimato lamentó también lo sucedido en la cala josepina: «Me preocupó mucho cuando vi que, a menos de dos metros de mis compañeros, había una embarcación en marcha. No pueden estar a menos de 50 metros. Nos siguió y nos acosó con la lancha en marcha hasta la orilla. A mis compañeros les dijo que les pasaba por encima».
Aparte de amenazar, el hombre insultó e incluso empujó a algunos de los voluntarios de Maltesa del Mar, entidad que vela por el mantenimiento de los fondos marinos, retirando de ellos volúmenes, materiales y residuos pesados.
«Se lucra y saca mucho dinero de lo que hace, que es ilegal», aseguraron.
Los afectados por las amenazas denunciaron los hechos ante la Guardia Civil. También la concejala de Medio Ambiente de Sant Josep, Mónica Fernández, fue amenazada de muerte por esta misma persona.
«Creo que se están tomando medidas, se está moviendo todo bastante. Espero que todo va a ir bien para conseguir soluciones y que este hombre no tenga participación allí», declaró también una de las voluntarias de Maltesa del Mar.
Desde la plataforma advirtieron además que, para recuperarse, la cala debe terminar de vaciarse de muertos ilegales y librarse de actividades determinadas como los chárter náuticos porque «la cala tiene las condiciones suficientes para poder salir adelante, siempre que se evite el desgaste y el deterioro actual, que es muy rápido».
Según añadieron, en pocos años ha aumentado «muchísimo» la actividad en este punto de la costa, provocando la desaparición de una importante parte de la fauna marina. También la presencia de carburantes, residuos o cadenas, contribuyen a destrozar este enclave natural. «Si no se pone solución, en unos ochos o diez años se habrá perdido Porroig», concluyeron.