El IV Plan de Fosas y Estudios de Memoria Democrática contempla los estudios de las posibles fosas de Sant Llorenç de Balàfia, en Ibiza y la del cementerio viejo de Sant Francesc, la Mola y els Pujols de Formentera. El nuevo plan fue presentado ayer por el vicepresidente del Govern, Juan Pedro Yllanes, junto al Muro de la Memoria del Cementerio de Palma.
«Queremos acabar la legislatura con la intervención en todas las fosas de las que tenemos evidencias y cumplir así con los Acuerdos de Bellver de no dejar ninguna fosa sin abrir», declaró Yllanes.
El vicepresidente valoró que: «cualquier sociedad democrática madura debe asegurar el derecho a la verdad, a la memoria y a la reparación y reconocimiento de las víctimas».
Este nuevo plan «camina en esa dirección: nos hace una sociedad algo mejor, una sociedad con mayor dignidad y con mejor calidad democrática, y sitúa a las islas como un referente en todo el Estado en memoria democrática».
Para ello, el plan cuenta con el mayor presupuesto de todos y pretende completar el trabajo de exhumaciones ejecutado en el territorio desde que en 2014, el 16 de junio, se llevó a cabo la primera intervención de una fosa en Baleares, la de Sant Joan, impulsada por la asociación Memòria de Mallorca.
Este IV Plan contempla la exhumación de un mínimo de ocho localizaciones, incluyendo una tercera y última fase de intervención en el cementerio de Son Coletes, en Manacor; una primera intervención en la Cala de Sant Viçenc, en Pollença; y una segunda fase de intervención en el cementerio de Sant Francesc de Formentera, donde ya se llevó a cabo una primera intervención en marzo de este mismo año.
También está prevista la exhumación de las fosas ligadas al desembarco del capitán Bayo en Mallorca, en concreto, en la playa de Sa Coma; en la zona del antiguo hospital de sangre, en la finca de Son Escrivà, y el interior y exterior del cementerio de Son Carrió.
Una de las principales novedades de este nuevo plan respecto a los anteriores es la realización de una serie de estudios multidisciplinares, con los que se quiere profundizar en todos los ámbitos relacionados con la memoria democrática y dar un paso más allá de la posible localización de fosas y enterramientos de víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista.
En concreto, se prevé la elaboración de quince estudios que analizarán, entre otros, el exilio provocado por el franquismo, el impacto de los bombardeos en y desde las Baleares, y la política de memoria que impuso la dictadura.