La pequeña sala de exposiciones Can Curt del pueblo de Sant Agustí está acogiendo hasta el próximo 24 de julio la exposición de pinturas Una mirada enrera de la pintora nacida en Formentera Susana Cardona.
Se trata de una selección de obras realizadas en óleo y tinta china, enclavadas dentro del estilo de la figuración y el realismo que, según ella misma ha explicado a Periódico de Ibiza y Formentera «suponen un homenaje a nuestra cultura de Ibiza, nuestros ancestros y su forma de vida».
No en vano, cada uno de sus cuadros proponen al espectador un viaje a sus trabajos y vida cotidiana con pequeños detalles de color y aportaciones de otros materiales junto a escenas a la salida de misa que ya parecen perdidas salvo en los días grandes de los pueblos.
Marcada por ser de Formentera
En este sentido, Susana Cardona ha asegurado que su forma de ver y entender la pintura ha quedado profundamente marcada por el hecho de haber nacido en Formentera, «una isla tocada por la mano de los dioses» y, que a pesar de que actualmente pasa gran parte de su tiempo en Ibiza y se considera josepina de adopción, su personalidad «es una suma de sus recuerdos infantiles de Sant Ferran».
Así mismo ha recordado que todos estos recuerdos surgen a través de su pintura, que ha descubierto hace algo más de un año tras un curso que impartía Miguel Ángel García López a través del Ayuntamiento de Sant Josep, «revelándose de forma espontánea, inesperada y absorbente, como un destello en la oscuridad».
No en vano, tras dedicar buena parte de su juventud al maquillaje, un día descubrió que lo suyo «era coger los diversos pinceles, mezclar colores o jugar con las diversas tonalidades y los dedos para hacer que sombras y luces cierren su equilibrio y potencien la belleza para que tengan algún tipo de armonía y sentido».
De hecho, fue García López quien le introdujo en la tinta china y en la figura y el trabajo del gran pintor ibicenco Portmany y sus campesinas que tanta influencia han tenido en los cuadros de esta exposición y que, según sus palabras, «han venido a mi corazón llegando para quedarse».