Como cada domingo del año, el pequeño pueblo de Sant Joan viste sus calles con algunos de los puestos artesanales con más esencia de la isla.
El Mercado de Sant Joan, conocido por la mayoría de ibicencos al celebrarse todo el año, cuenta hoy en día con 95 mercaderes y artesanos que comparten una particularidad: todos ellos son residentes en Ibiza.
«El mercado ha cambiado mucho desde hace 4 o 5 años. Ahora nos basamos en artesanía, puestos únicos y creativos y producto local. Sobre todo, gente que viva todo el año aquí, no que venga a hacer 4 o 5 meses», señaló Mar, presidenta y coordinadora de la Asociación de Mercaderes de Sant Joan, a Periódico de Ibiza y Formentera.
Más de 95 puestos
A Valeria fue la vitrofusión, una técnica en la que el vidrio se calienta a los 800ºC lo que le impulsó a saltar el charco y asentarse en Ibiza. Desde hace más de 10 años, puede vivir de la artesanía que produce.
«Estudie Bellas Artes en Argentina. En un mercado de Buenos Aires vi esta técnica y me llamó mucho la atención», explicó la joven. «Decidí venirme con todo: hornos, herramientas, materiales…», puntualizó.
Como Valeria son decena s los artesanos que hace años decidieron apostar por lo que hoy es su oficio.
«Nos llamó la atención el hueso del aguacate y empezamos a trabajarlo». Olivia y Sonia son dos hermanas ibicencas que optaron por el camino de hacerse artesanas elaborando objetos con el hueso del aguacate.
«Cortamos el aguacate y lo dejamos secar dos semanas. Tras ello, ya podemos tratarlo. Lo hacemos todo nosotras en casa y a mano», finalizó Olivia.
En su mesa pueden encontrarse desde llaveros, hasta figuras de animales y espirituales o ‘seres de la paciencia' que «te proporcionan paciencia y, a la vez de elaborarlo también se transmite».
Un par de puestos más alejados se encontraba Loren, uno de los fijos en el Mercado del pequeño pueblo.
El hombre de nacionalidad francesa trabaja con anillos desde hace ya algunos años.
Sin embargo, lo hace con un método tan ingenioso que mucha gente se para a observarlos: a partir de monedas internacionales.
«Doy segunda vida a las monedas. A partir del borde hago anillos pero el centro también lo reutilizo para pendientes, pins…», explicó el galo.
«Empecé en esto gracias a un joyero que me aconsejó no llevar a cabo mi idea de los foodtrucks y empezar con esta técnica», finalizó.
Además de todos los pequeños tenderetes donde pueden encontrarse todo tipo de artesanía, en el Mercado de Sant Joan también hay lugar para otros productos locales y artesanos: mieles, cerveza, cremas…Incluso, como novedad este año, han incorporado una sección de arte local y algunos puestos de comida en forma de foodtrucks.
«Sin duda, es mi mercado favorito de la isla. Mantiene la esencia no como otros más conocidos», señaló Inés, una residente de la zona.
Con tan solo pasear por las calles, es fácil comprobar que la gran mayoría de los transeúntes habla inglés, alemán o neerlandés.
«Hay mucha gente que viene a visitar el mercado, aunque poder adquisitivo no. Los que más com pran son los extranjeros de esta zona y también los españoles del norte, explicó la Presidenta.