Irene Ponce Marsé (Sant Antoni, 2006) es ya una artista a sus casi 16 años. Así lo ha demostrado esta joven ibicenca durante su participación en el programa Idol Kids, llegando a las semifinales. Este martes pondrá su broche de oro a esta gran etapa con su primera actuación en directo en sa Punta des Molí, en Sant Antoni, localidad de esta joven cantante.
—Enhorabuena por su paso por el programa ‘Idol Kids'.
—Muchas gracias. Intenté dar lo mejor de mí.
—Después de varias semanas intensas por su participación en el show infantil, ¿cómo se siente en estos momentos?
—Muy bien, mejor de lo que me esperaba. Como soy muy vergonzosa, pensaba que iba a llevar peor lo de ser un poco más conocida tras mi paso por el programa.
—¿Cómo está asimilando esta popularidad y los halagos recibidos?
—Muy bien. Me ha felicitado mucha gente, más de la que esperaba. Al principio me daba vergüenza, pero me gusta. Me hace sentirme muy bien.
—Falta muy poco para poder compartir su talento con todos tus amigos y vecinos en directo. ¿Es la primera vez que canta ante un auditorio en Sant Antoni?
—Sí, es mi primera vez. Antes de presentarme al programa poca gente sabía que yo cantaba.
—¿Cómo está viviendo estas horas previas a esta actuación tan especial?
—Estoy algo nerviosa, no le voy a mentir. Es más, estoy más inquieta que cuando cantaba en las galas del programa.
—¿Por qué cree que se sientes así?
—Porque voy a cantar frente a un público que ya conozco. En cambio, durante mi paso por Idol Kids cantaba frente a personas desconocidas, es diferente. Tengo muchas ganas de cantar en mi pueblo, muchas. Estoy muy ilusionada por poder actuar en Sant Antoni.
—¿Qué temas va a interpretar durante el espectáculo?
—Voy a cantar cinco canciones muy especiales y lo haré con una de las personas que más me ha ayudado en todo este proceso, mi profesor de canto Marcos Penshow. Las canciones serán Let you know, At last, We found love, When I Was Your Man y Stay.
—Canciones que también cantó en los rankings. ¿Dirías que son tus melodías más especiales?
—Sí, con ellas conseguí avanzar en el concurso. Les tengo mucho cariño. Sobre todo a la canción At last, puesto que con ella conseguí pasar la primera fase. Esta canción representa un antes y un después en mi vida.
—Tras el concurso, comienza una etapa nueva en su vida. ¿De qué manera la quiere enfocar?
—Quiero seguir compaginando mis estudios con las clases de canto. Si surgen actuaciones en diferentes shows sería genial. También me encantaría poder realizar más actuaciones como la de hoy en sa Punta des Molí.
—Acaba de terminar Secundaria. ¿Qué Bachillerato quiere cursar?
—Voy a empezar Bachillerato Científico en el IES Sa Serra. El día de mañana me gustaría ser microbióloga.
—Supongo que su participación ha sido una experiencia inolvidable. ¿Qué es lo que más destacaría?
—Mi evolución. Este concurso me ha ayudado a perder mis miedos. Antes no cantaba ni delante de mi madre. Recuerdo que hace un año celebré mi cumpleaños en un hotel con karaoke y mi familia me insistió para que cantara, incluso me ofreció dinero para que saliera al escenario.
—¿Aceptó?
—No [se ríe]. Salí a cantar temblando, pero sin aceptar el dinero.
—¿En qué momento se dio cuenta de su talento?
—Mis amigas siempre me decían que les gustaba cómo cantaba; me animaron mucho. Hablaron con mi padre y el insistió en apuntarme a clases de canto.
—¿Qué tal con sus compañeros de concurso y los ‘coaches'?
—Hicimos una gran piña, somos una familia. Con los coaches, muy bien. Me costó asimilar lo de tener tan cerca a artistas tan reconocidos.
—Alguna anécdota que pueda contar del concurso.
—Uno de los últimos días nos quedamos dos compañeras y yo hasta las tres de la madrugada en el pasillo del hotel cantando y jugando. Esto supuso que en un primer momento un hombre ‘grandote' nos llamara la atención, pero nos lo pasamos bien. Lo malo es que al día siguiente tenía que coger el tren a Barcelona a las cinco de la madrugada; dormí una hora.