La congestión en las carreteras de Ibiza se recupera tras el respiro de los últimos dos años. «La pandemia de Covid-19 del año 2020 interrumpió la tendencia, pero es previsible que así como se superen los efectos de la pandemia sobre la actividad económica, y en particular sobre la actividad turística, se recuperen los flujos turísticos de los años anteriores y sus dinámicas».
Así lo advertía el documento presentado por el Consell frente al Govern para justificar la necesidad de limitar la entrada de vehículos en la Isla de Ibiza. Los datos de 2022 lo corroboran. La intensidad del tráfico en las carreteras ibicencas volvió a subir en los meses de junio y julio respecto a los datos de 2019 y mantiene así el ritmo ascendente de los últimos 15 años.
Crecimiento
Las cifras de la estación de aforo permanente (EAP) de la carretera E-20 en el punto kilométrico 1,6 (entre Can Misses y Cas Mut) muestran una intensidad de circulación media un 4,3% superior a la de 2019 en junio y un 3,15% superior en el mes de julio.
Traducido a números totales, esto supone que pasaron por este tramo de carretera 63.185 vehículos en junio frente a los 60.585 de 2019 y 68.518 por los 66.426 de hace tres años en julio, siempre hablando de media diaria.
En este punto confluyen los vehículos que van de Vila, Sant Antoni y Santa Eulària en dirección al aeropuerto o a la zona de Sant Josep, lo que lo convierte en un tramo de movilidad intensa para turistas y residentes. Cogen esta carretera en su entrada y salida de la isla pero también en sus visitas a las playas del municipio con más kilómetros de costa de la isla.
El día con mayor intensidad de tráfico fue el 29 de julio, cuando se registró el paso de 74.870 vehículos en esta EAP, mientras que el día con menor tráfico ese mes fue el 3 de julio con 55.338. En junio el rango osciló entre los 70.000 y los 50.000.
Si se comparan con 2021, se aprecia el respiro que dio la pandemia a la intensidad del tráfico. En este punto de la carretera hubo un 23% menos de tráfico en junio (20.000 vehículos menos) y un 17% menos de tráfico en julio (15.000 vehículos menos).
Restricción justificada
A pesar de que a principios de año se habló de los problemas que estaban teniendo las empresas de alquiler de coches para adquirir nueva flota, parece que, o se solventó este problema, o el hecho no ha afectado a un nivel de tráfico que las propias instituciones insulares consideran insostenible.
Según datos del Instituto Balear de Estadística, el parque de vehículos en Ibiza se ha multiplicado por 2,45 entre 1996 (63.062 vehículos) y 2021 (154.454 vehículos). Es decir, en solo 25 años ha aumentado en más de 91.000. Desde 2017 en Ibiza hay más vehículos que residentes (152.820 en 2021).
A este número hay que sumar los vehículos de los rentacar, de los que no hay un cálculo pero según el informe del Plan Director Sectorial de Movilidad de Balears los usa el 49% de los turistas; y los que llegan en barco desde la Península, que según datos de la Autoridad Portuaria de Balears estarían en torno a los 40.000 en los meses de julio y agosto.
Los datos con los que trabajó el Consell para presentar la solicitud para poder limitar la entrada de vehículos, indican que en los meses de noviembre a febrero la isla tiene un tráfico un 80% inferior a la media anual (37.616 vehículos); en cambio, los meses de julio y agosto el tráfico se intensifica en un 33% sobre esta media.
Estas cifras estivales «generan situaciones de congestión, con colas importantes a determinadas horas, principalmente en los meses de verano. En consecuencia, para el usuario de la carretera el nivel de servicio de las vías es insuficiente para las necesidades de movilidad en verano y sobre todo en las horas de determinados acontecimientos con gran atractivo insular».
La solicitud está hecha, faltará ver cuándo se hará efectiva por parte del Govern y si tendrá el impacto suficiente para alcanzar un nivel adecuado de tráfico para la capacidad de la isla. Mientras tanto, la tendencia se mantiene.