Gemma Charters (Reino Unido, 1981) es la responsable del área artística de O Beach. Una gran responsabilidad que ha sabido ejercer con profesionalidad durante una década en el establecimiento de la Bahía de Portmany, enclave que también se ha convertido en su residencia desde hace años.
—¿Cuándo llegó al O Beach?
—Llegué para iniciar la segunda temporada tras su apertura. Ya había trabajado en otros proyectos con Tony y con Dwane, así que me ofrecieron incorporarme a su equipo. Este ha sido el décimo verano al cargo, tanto de los eventos como de la imagen de marca como del marketing, que ahora llevaremos desde nuestra nueva agencia Kit and Kaboodle.
—¿Qué retos se ha encontrado en su cargo?
—Cada año me encuentro con nuevos retos. Desde el principio, cuando el reto era construir una nueva marca desde cero. También ha sido un reto crear nuevos eventos y mejorarlos año tras año. Eventos que, desde el principio y con mucho esfuerzo y trabajo, no han dejado de crecer y crecer hasta convertirnos en uno de los mejores beach clubs a nivel mundial. Así que el reto, año a año, siempre ha sido permanecer siempre a nuestro mejor nivel.
—¿Se siente satisfecha con los resultados?
—Sin duda. La marca ha ido creciendo y creciendo hasta alcanzar un nivel global. Si bien al principio teníamos un público mayoritariamente británico, ahora podemos encontrar infinidad de nacionalidades distintas en el beach club. Es increíble y muy satisfactorio ver a tanta gente tan distinta entre sí, disfrutando junta de los eventos, de la música, de la comida, del servicio.
—¿Cuál es el secreto de este éxito?
—Uno de los secretos es asegurarse de que, día a día, todo lo que hacemos, lo hacemos al máximo nivel de calidad. Desde los eventos al servicio, la comida, la bebida… Todo es de buena calidad y creo que ese sería el secreto. Que la gente sabe que al venir a O Beach va a encontrar calidad a todos los niveles. Siempre procuramos que nuestras actuaciones sean siempre diferentes, únicas. Desde el principio tuvimos claro que el peso de nuestros shows no iba a recaer solo en el Dj. Quisimos crear un concepto completamente nuevo, un concepto ambicioso a la vez que asequible.
—Este nuevo concepto del que me habla lleva al horario diurno la fiesta y diversión, siempre vinculada a la noche. ¿Están cambiando las tendencias?
—Hay un cambio de tendencia en lo que quiere la gente a la hora de divertirse. Hay toda una serie de gente que prefiere divertirse en un evento diurno y acostarse a una hora más o menos normal. Es muy especial poder disfrutar de un evento a plena luz del día, disfrutando de la piscina bajo el sol mediterráneo. A una discoteca nocturna se puede ir en cualquier momento, en cambio, para disfrutar de un lugar como O Beach, siempre dependes de la estación del año o de la meteorología. Esto lo hace todavía más especial. Además, nuestro concepto funciona mucho mejor en horario diurno. Tampoco hemos querido competir nunca con este tipo de oferta, siempre quisimos buscar algo nuevo. Algo que no se estuviera haciendo. Sin embargo, está bien que siempre haya distintas opciones y ofertas, claro. Hay quien le gusta la fiesta diurna, pero, obviamente, también hay muchísima gente que prefiere la noche. ¡También hay quién disfruta de los dos formatos!.
—¿A qué tipo de público pertenecería usted?
—Yo soy de las que prefiere divertirse durante el día, con el sol y la piscina, y después acostarme pronto (ríe).
—En estas 10 temporadas que lleva en O Beach, ¿qué momentos han sido los más importantes?
—Ha habido muchos grandes momentos. Diría que, de lo que más orgullosos nos sentimos, fue de haber podido mantener abierto durante los años de la pandemia. Fue duro convivir con las restricciones y los cambios continuos que había al respecto en ese momento, pero valió la pena, aunque solo fuera por mantener los empleos de nuestro equipo. Fuimos muy afortunados de haber podido hacerlo.
—¿Qué es lo que más disfruta de su trabajo?
—Sin duda, ver la reacción del público al ver el espectáculo. Sobre todo, cuando reaccionan como esperamos. Cuando ves que se emocionan, que son felices viendo las coreografías y el espectáculo para el que tanto hemos trabajado, es cuando me digo a mí misma: «¡Buen trabajo!». Te reconozco que, alguna vez, me he llegado a emocionar hasta la lágrima.
—¿Es un trabajo duro?
—Sí. Es un trabajo de los de sangre, sudor y lágrimas, pero cuando ves la reacción de la gente, vale la pena. Gente de países y culturas muy distintas, de todas las edades, disfrutando de nuestro evento, pienso: «tenemos algo especial». Es muy satisfactorio.
—¿Cuál es el ingrediente secreto?
—No es secreto. El ingrediente fundamental es la diversión. No estamos aquí para educar, estamos para celebrar y para divertirnos. Se divierte la clientela, pero también se divierte todo el personal. La música también es divertida para cualquiera, sea cual sea su gusto musical y el espectáculo también es muy divertido e interactivo. Para que te hagas una idea: hace unas semanas tuvimos a un cliente tailandés de 75 años, se lo pasó en grande.
—¿En qué están trabajando en este momento?
—Ahora mismo estamos preparando la closing party para el próximo fin de semana, pero, a la vez, ya estamos trabajando duro de cara a la próxima temporada 2023.
—¿Me puede adelantar alguna cosa al respecto?
—Para la próxima temporada ya estamos preparando nuevos espectáculos y mirando como podemos mejorar cada uno de los aspectos de nuestra fiesta. Siempre estamos pensando.
—¿Alguna sorpresa para el closing?, ¿Ed Sheeran, por ejemplo?
—(Ríe). Si te lo cuento, dejaría de ser una sorpresa (vuelve a reír). Lo de Ed Sheeran fue una sorpresa también para nosotros. Estaba en Ibiza grabando su nuevo vídeo musical y vino al O Beach. Nos dijo a Tony y a mí «me gustaría cantar unas canciones», así que, en cuestión de media hora, buscamos y preparamos todo lo necesario para que pudiera tocar. Fue increíble ver la cara de nuestros clientes al ver que el mismísimo Ed Sheeran estaba cantando a pocos metros de ellos. Este es el espíritu de O Beach.