La Asociación de Padres y Madres (Apima) del CEIP Can Raspalls alertó ayer que, en este colegio, «se está poniendo a diario en riesgo la seguridad y el bienestar tanto de nuestros hijos como del resto de usuarios y trabajadores».
Tras los recientes problemas provocados, una vez más, por la deficiente situación de los grandes ventanales del CEIP, desde la Asociación aseguraron ayer que las medidas temporales realizadas por el Ayuntamiento de Sant Josep para fijar estas ventanas son «insuficientes, pobres y provisionales».
En un comunicado, las familias aseguraron estar al corriente del mal estado de toda la carpintería de aluminio del centro y, por consiguiente, del grave peligro que ello supone para los menores o para el personal.
Desde la Apima recordaron que esta situación comenzó en octubre de 2021, cuando un gran ventanal de una de las aulas de Infantil se salió de la guía cayendo sobre unos alumnos. Por suerte, la educadora pudo sujetarlo y no hubo que lamentar males mayores.
Aunque este elemento fue sustituido el pasado agosto, los problemas no acabaron aquí, quedando pendiente la sustitución del resto de ventanas.
Sustitución de ventanas
El pasado curso, la Apima reclamó precisamente la sustitución del aluminio en esta escuela tras recibir un informe municipal en el que se corroboraba el «mal estado» de toda la carpintería y en el que se aseguraba que ello suponía «un grave peligro» para los usuarios del colegio.
La Apima recordó ayer las últimas incidencias registradas en el CEIP, como el reciente cierre de varias aulas después de que los ventanales se salieran de su guía y quedaran inutilizados.
También reconoció que, si bien se han arreglado dos de los ventanales que se habían salido de los rieles con riesgo de caída, quedan más de 20 aulas donde existen ventanales muy pesados de más de 2 metros, cuyo estado hay que solucionar «antes de que tengamos que lamentar una tragedia».
Tanto el equipo directivo del centro como las familias de los alumnos reclamaron ayer un informe técnico que confirme la seguridad de las aulas para los estudiantes y profesores. También exigieron una «solución real ante el riesgo al que son sometidos nuestros hijos cada vez que asisten a clase».
«Solicitamos que se refuercen de manera eficiente todas las ventanas del centro escolar como medida temporal hasta la sustitución definitiva de la carpintería de aluminio. También nos urge que se emita un informe en el que se plasme si las reparaciones temporales realizadas son seguras y si los menores pueden seguir asistiendo a su centro con total seguridad», concluyó la Apima.
A modo de protesta, los niños acudirán mañana a clase con casco.