Ses Salines de Ibiza estuvieron a punto de convertirse en un inmenso complejo para cerca de 20.000 habitantes. Todo tipo de instalaciones habrían «adornado» este enclave natural de no ser por la lucha de unos cuantos ibicencos que consiguieron frenar estos aberrantes planes urbanísticos y consiguieron que la zona fuera declarada Parque Natural.
«Fue una lucha muy dura y en la prensa de la época nos llamaban de todo menos guapos, aunque lo que se logró es muy importante y se evitó un desastre enorme», relata a Periódico de Ibiza y Formentera una de las caras visibles de este movimiento, el ex político Josep Ramon Balanzat.
Las dos comisiones que lograron tal hazaña serán merecedoras este sábado de la Medalla de Oro del Institut d´Estudis Eivissencs. La entidad entregará este galardón como agradecimiento a «las personas que han hecho posible que hoy tantísima gente pueda disfrutar del Parque Natural de Ses Salines».
De hecho, aseguran que, de no ser por estos colectivos, el enclave sería ahora una ciudad con calles, hoteles o puertos deportivos.
En 1977, precisamente el IEE lideró la Comisión de Defensa de Ses Salines. Para el presidente de la entidad, Marià Mayans, «lo más importante que ha hecho el IEE en sus más de 50 años de historia».
Posteriormente, nada más comenzar la década de los 90, la Comisión Salvem Ses Salines continuó la batalla iniciada años atrás.
El portavoz del colectivo en los años 90 fue el propio Balanzat, encargado este sábado de recoger la Medalla de Oro del IEE. «Personalmente, supone un reconocimiento a todo el enorme trabajo que llevamos a cabo durante aquellos años, una labor muy intensa y dura. Ahora, tengo un sentimiento de agradecimiento ya que una entidad como el IEE reconoce el esfuerzo realizado para defender un espacio tan importante como son Ses Salines», recuerda Balanzat.
Al ejercer como cara visible de todo este movimiento social, el ex político explica «cómo me llamaron de todo», aunque «teníamos muy claro el objetivo, no teníamos miedo, seguimos adelante y lo conseguimos».
Según rememora, justo en 1977 se descubrió la existencia de un proyecto «enorme» para urbanizar toda la zona, lo que ya provocó un gran movimiento social para frenarlo.
En los años 90, la reactivación de la Comisión coincidió con el debate en el Parlament de una ley sobre espacios naturales que recogía aquellos espacios merecedores de protección en Baleares. Sorprendentemente, Ses Salines no habían sido incluidas en el documento. Finalmente, el esfuerzo y trabajo de muchos lograron revertir esta situación.
Balanzat asegura que nunca se arrepintió de haberse volcado en la causa: «Las críticas que recibíamos por parte de la derecha o de sectores empresariales me daban más energía para seguir adelante. Me di cuenta de que, cuanto más me criticaban, significaba que iba en la dirección correcta. En ningún momento tuve miedo o ganas de tirar la toalla».
A pesar de lo logrado, la lucha de Balanzat no estuvo exenta de momentos complicados, como cuando veía el sufrimiento de sus padres que «abrían cada día los diarios como si estuvieran desactivando una bomba».
La Medalla de Oro del IEE será entregada este sábado a las 18 horas en la sala de actos de la UIB. El galardón coincidirá con el 45 aniversario de la primera gran manifestación en defensa de Ses Salines organizada en Ibiza para evitar la destrucción de este espacio, declarado Parque Natural en el año 2001.
Balanzat avanza que en el acto agradecerá que el IEE se haya acordado de quienes hicieron posible la protección de Ses Salines: «Hay que señalar que fue un trabajo colectivo. Éramos un grupo enorme procedente de todos los sectores de la sociedad en Ibiza, que por una vez perdió el miedo y dijo alto y claro que quería la protección de estos espacios. Fue una lucha social y colectiva».
Sobre la defensa del medio ambiente en la actualidad, Balanzat considera que «en aquel momento todo se hacía de manera más descarada y ahora, todo se lleva a cabo de manera más discreta, disfrazando proyectos con las palabras 'ecosostenible', aunque nos estén engañando y manipulando. Esto hace que se desactive un poco el hecho de que exista una gran movilización social contra estos proyectos».
Recordando la gran labor de estos colectivos, el IEE publicó recientemente el libro 'Ses Salines, l'orgull d'un poble'.