Una vez finalizada la temporada estival, el cierre de un gran porcentaje de negocios de la hostelería y de hoteles lleva a un gran número de personas a tramitar su derecho al subsidio del paro, así como otras ayudas. Sin embargo, estos trámites se convierten en un verdadero quebradero de cabeza para los usuarios tanto del SEPE como de la Seguridad Social, que se encuentran con una serie de inconvenientes burocráticos e informáticos para conseguir las citas necesarias para efectuar los trámites necesarios.
De esta manera, en el edificio del Cetis, que alberga la sede del SOIB, se acumula cada día un gran número de personas con historias dispares que confluyen en un mismo problema: la dificultad a la hora de pedir cita. Éste es el caso de Kamaal, Catalina, Eridenia, Guillermo, Teresa o Carlos, que durante la mañana del viernes se encontraban haciendo cola ante la puerta del SOIB para intentar buscar solución a sus problemas.
Los testimonios
Guillermo calificaba los trámites que necesita hacer como «muy incómodo». «Llamo por teléfono y no funciona. Telemáticamente es un verdadero problema; siempre pone que no hay cita», explicaba. «Al final he acabado rellenando un formulario para la prestación por desempleo, pero resulta que me he equivocado y el formulario que he rellenado es para recibir una ayuda. Yo no necesito esa ayuda, yo necesito mi prestación. No entiendo por qué lo hacen tan complicado y no dan cita por teléfono para hacerlo más sencillo», se quejaba con frustración. «La información que te dan es para salir del paso. No son efectivas. Tengo 15 días para presentarme, pero si por internet no te deja y por teléfono es imposible ya me dirás cómo me apaño. No entiendo que no haya una oficina de atención directa en la que poder hacer los trámites de una manera más ágil o que pongan a más personal para atender», reclamaba Eridenia, que teme «perder el paro». Kamaal se mostraba realmente preocupado. Padre de familia numerosa, aseguraba que «he pedido cita y no hay manera». «Lo he intentado por internet, pero ahora he venido y resulta que la cita está denegada y no sé por qué», relataba.
No todo son quejas. Carlos es coctelero y reconocía que «aunque lo he hecho todo por internet y me ha ido bien cuando me han hecho la llamada para poder hacer la demanda del paro, no la he podido atender. Ahora me toca esperar». Teresa conseguía cita 10 días después de su llamada. Esta cita, tal como explicaba ella misma, «es para solicitar la tarjeta de demanda y, después, poder pedir el paro. En mi caso no puedo decir que haya tenido mucho problema».
Entre el grupo de personas que esperaban ante la entrada del SEPE alguien exclamó: «¡A este hombre hay que hacerle un monumento!», a lo que asintieron la mayoría de los presentes. Se refería a las personas encargadas de la vigilancia de la entrada, que les informaban de que «hay una mesa rápida del SEPE todos los miércoles». Empleados de una empresa privada de seguridad que, por empatía, informan y aconsejan a quienes buscan información o solución a sus problemas. No se puede ver a ningún funcionario o administrativo con conocimiento y preparación que atienda a las personas que, por una razón u otra, se encuentran perdidos entre teléfonos que no se descuelgan y trámites informáticos que no comprenden.
«A mí ya me ayudó el año pasado, y ¡menos mal!», declaraba Catalina respecto al vigilante. «Si es que venga llamar y llamar, y nada. Ayer estuve llamando hasta más allá de la medianoche, a ver si tenía suerte. Pero nada, es imposible», se quejaba Catalina, que está a la espera de conseguir su tarjeta de demanda y teme que le den cita más allá del plazo de 15 días que tiene para gestionar su paro. Catalina no se explica «por qué no se hace por orden de llegada. Llegas, esperas, aunque sea toda la mañana, me da igual, y te atienden. Como se ha hecho toda la vida».
Cabe recordar que el año pasado y en 2020 también se produjeron los mismos problemas y dificultades a la hora de conseguir cita. Según denuncian otras personas afectadas, la situación llega al extremo de que cuando se consigue cita por teléfono resulta que ésta es en otra oficina de otra isla, por ejemplo, en Palma, algo «surrealista cuando tú eres de Ibiza», denuncia otro de los afectados.
La situación en Formentera
En Formentera, la situación es, si cabe, todavía más indignante, tal como expresaba Verónica en sus redes sociales: «¿Cómo puede ser que termine uno de trabajar, intente pedir cita en el SEPE y te digan que no viene nadie a Formentera, que solo es presencial en Ibiza?». Y es que el único funcionario en Formentera se encuentra de baja sin que su puesto se haya cubierto hasta el momento.
Para pedir cita en la Seguridad Social, las recomendaciones por parte de quién se encarga de recibir a las personas usuarias en la puerta, son: «Meterse en la página de la Seguridad Social, sin certificado (así no te pide clave), a primera hora de la mañana, antes de que se agoten. Mejor antes de las 9:30». Estas fueron las recomendaciones que recibió Julio Olivares en la puerta de la sede del organismo en la avenida España. «Yo terminé la temporada en una empresa de hostelería, pero me tuve que coger una baja un par de días antes y ahora tengo que presentar el alta», explicaba Olivares con cierta preocupación, «es la primera vez que me ocurre y necesito entregarla para poder trabajar, claro. Mañana lo intentaré a primera hora de la mañana, a ver si hay suerte», concluyó.