Desde el colectivo de arquitectos, por su parte, manifestaron ayer su preocupación por este decreto del Govern, que además de inseguridad genera muchas dudas en el sector, según destacaron. Según la presidenta de la delegación ibicenca del Colegio de Arquitectos de las Islas Baleares, Carmen Navas, «no debería hacerse urbanismo a base de decretos». Además, calificó de «triste» que esta normativa salga en fechas navideñas, cuando todo el mundo «está de vacaciones y despistado y genera más incertidumbre porque quieres preguntar cosas concretas y la gente no está». «Estos cambios de normativa tendrían que hacerse de forma consensuada», recalcó Navas, «porque todo esto lo único que está generando es inseguridad y va a provocar un efecto llamada» ante el temor de que la normativa cambie de un día para otro.
También mostró su sorpresa porque se incluyera a Sant Josep en este decreto, cuando ya estaba en proceso una solución a todas estas unidades de actuación a través de las Normas Subsidiarias provisionales. «Ahora es el Govern el que define estos terrenos como rústicos, sin dar al posibilidad a los propietarios a que haya la tramitación habitual de una ley, donde pueda haber un período de exposición pública y de hacer alegaciones», insistió Navas. «Desde el Govern tendría que haber habido un poco de comunicación con el Ayuntamiento porque si estaba las nuevas normas en tramitación igual no era el momento de bloquear según qué partes del municipio. Igual que Vila no estaría afectada por el decreto al entrar en una serie de excepciones, se podría haber incluido una excepción para Sant Josep», subrayó la presidenta del Colegio de Arquitectos.
De cualquier forma, Carmen Navas recalcó que son zonas que no había riesgo inminente de que se construyeran porque tenían que desarrollarse urbanísticamente, «por lo que no creo que haya ningún proyecto que haya quedado bloqueado con este cambio, pero sí que le quitan a la zona la posibilidad de desarrollarse correctamente».