«El señor McGregor se mantiene en su negación de todas las acusaciones formuladas por una invitada a su yate». La portavoz de la estrella de la lucha irlandesa trasmite una negación genérica y lacónica de la supuesta agresión por la que un juzgado de Ibiza le investiga. A través de un correo electrónico se limita a rechazar que existiera la agresión que denuncia la mujer, una versión que aún no ha materializado en un juzgado.
La causa ha sido reabierta después de que la denunciante, una mujer de 42 años, acudiera a una comisaría de Dublín para acusar a McGregor de haberle dado una patada y un puñetazo y obligarla a huir de su yate ante el temor de que sintió por su vida. Los hechos denunciados tuvieron lugar tras la celebración de la fiesta de cumpleaños del luchador en un club de mar de Eivissa en julio de este año.
El juzgado había archivado el asunto por falta de denuncia de la víctima, algo que se ha corregido ahora. La afectada asegura que rechazó declarar ante la Guardia Civil porque acababa de sufrir la agresión, estaba conmocionada y apenas llevaba más pertenencias que el bikini que vestía. La mujer declaró que, después de coincidir con McGregor en la fiesta, éste le invitó a que le acompañara al yate. Allí, a la mañana siguiente y tras una noche sin dormir, la víctima dice que el luchador se puso violento y le dio una patada y después un puñetazo en la cara.
El caso está pendiente de que el juzgado cite a la víctima para ratificar la denuncia. A partir de ahí la magistrada decidirá si lo relatado incluye indicios de un delito de lesiones o tiene una gravedad menor y si cita a la estrella de las artes marciales mixtas para un juicio de forma directa o para declarar en calidad de investigado.