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Educación

Situación tercermundista en el colegio de Sant Joan: aulas a 13 grados y pasillos helados

Los radiadores, que llevan las familias al centro, consiguen calentar algo el ambiente de las aulas, pero no mantienen la temperatura mínima exigida para dar clase

Uno de los radiadores llevados al colegio por los padres de los alumnos. | Daniel Espinosa

| Ibiza |

Aulas a 13 grados y pasillos gélidos. Es la situación que viven desde el 16 de enero los niños del CEIP Labritja de Sant Joan debido al mal funcionamiento de la calefacción. No obstante, esta sensación de frío podría ser incluso peor si no fuera por la colaboración de las familias de los alumnos que, desde hace dos semanas, están llevando radiadores y calefactores de sus casas al centro para que sus hijos y los profesores no se «congelen» durante las clases. Cabe recordar que la normativa mantiene que la temperatura mínima para dar clase tiene que ser de 17 grados y, según fuentes de la dirección, la máxima en este centro está siendo de 16. Mientras esto sucede, la Conselleria balear Educación del Govern balear, organismo competente en esta materia, desconoce el plazo máximo para resolver esta grave situación acentuada por las bajas temperaturas de las últimas semanas. «De momento no tenemos plazos», han puntualizado este miércoles a este medio.

Otro de los calefactores aportado por uno de los padres de los alumnos.
Fotos: Daniel Espinosa.

Vía de urgencia

En este sentido, María José Torres, directora del centro, ha señalado este miércoles a Periódico de Ibiza y Formentera que desde que se averió la caldera se ha puesto en contacto varias veces con el departamento que dirige Martí March para paliar cuanto antes esta situación.

«Nos dijeron que recurrirán a la vía de urgencia para sustituir lo antes posible el sistema de calefacción. Pero todavía no sabemos cuándo instalaran la nueva caldera», ha explicado la directora este miércoles, minutos antes del comienzo de las clases. «Ahora tiene lugar el momento más frío del día dentro de las aulas porque las salas todavía no se han caldeado del todo», apuntó María José Torres haciendo hincapié en que a los radiadores les cuesta más coger temperatura de buena mañana.

Un alumno legando al colegio bien abrigado este miércoles por la mañana.

Mientras tanto, algunos padres y madres más rezagados cruzan rápido el patio hacia el interior del colegio. Es el caso de Laia. Esta mujer, que llevaba cogida de la mano a su hija Keira, explicó que ella misma ha sido una de las madres que ha llevado al centro un pequeño calefactor. «Hemos tenido que traer varios radiadores y calefactores para que todas las clases dispusieran de calefacción. De todas formas, traigo a mi hija muy abrigada al centro», explicó. También puntualizó que su pequeña estuvo toda la semana pasada enferma, pero prefiere no achacarlo a la situación que vive el centro con los problemas de climatización.

En este sentido, Laia subrayó que su pequeña Keira, que este miércoles ha llevado una camiseta, una chaqueta, un pequeño anorak acolchado y una ‘braga' de cuello, se dejaba en clase puesta la chaqueta. Muy cerca de esta mujer, estaban dos madres hablando acerca de esta polémica y de cómo se estaba gestionando por parte de las administraciones. Según una de las madres, que tiene dos hijos en Segundo de Primaria, el centro ha actuado con toda la «diligencia» posible ante esta situación.

Laia y la pequeña Keira este miércoles por la mañana.

La comunicación

«El 16 de enero nos enviaron un escrito para comunicarnos los problemas de calefacción y nos propusieron traer radiadores mientras la Conselleria balear de Educación sustituía la caldera», explicó. Al preguntarle por la gestión de este servicio por parte de la Conselleria balear de Educación y su falta de programación, enseguida ambas resaltaron la figura de la directora María José Torres. «Los plazos, los trámites y las gestiones de las Administraciones a ella. Ella habla con Educación constantemente», apuntaron.

En esta línea, mientras que desde la dirección del centro se han mostrado este miércoles confiados en disponer pronto de una nueva caldera, desde el Ayuntamiento de Sant Joan ya denunciaron en un comunicado la «lamentable» situación en la que se encuentra el CEIP Labritja al no disponer de calefacción durante los meses más fríos del año, acusando de «dejadez» al departamento que dirige Martí March. «Esta circunstancia es impropia de un centro escolar de un país moderno que presume de inversión en enseñanza», puntualizaron.

Además, con el objetivo de que comiencen lo antes posible las obras de sustitución, el Ayuntamiento de Sant Joan emitió un escrito a Educación el pasado 27 de enero adjuntando un presupuesto de una empresa ibicenca para ejecutar estos trabajos, ya que el primer paso para solventar este problema sería adjudicar las obras de sustitución y la implantación del nuevo aparato. No obstante, se desconoce aún cuál será la decisión de la Conselleria al respecto. En esta línea, desde el Consistorio insistieron: «Deben gestionar con la mayor urgencia posible esta avería que supone que la escuela, cuando precisamente más frío hace, esté sin calefacción en las aulas».

La avería

Una avería en la caldera que, según María José Torres, no es un hecho aislado. «Es la segunda vez que la tenemos que cambiar. Este sistema se instaló nuevo en 2008», apuntó. Subrayó que la caldera actual funciona al 30% de sus capacidades y que está las 24 horas encendida para no tener que «arrancarla» por la mañana. Indicó que se ha estropeado porque estaba obsoleta y por la suciedad que había acumulado dentro, provocando cal en el agua.

«Este hecho ha generado un tapón dentro de la caldera que no dejaba circular bien el agua», puntualizó la directora. También explicó que tenía dudas de que el sistema eléctrico del colegio aguantara la potencia de todos los radiadores. «De momento, aunque han saltado los plomos una vez al encender el aire de la sala de ordenadores, parece que el sistema funciona correctamente», puntualizó.

El apunte

Un grado bajo cero en Sant Joan, la temperatura más baja de Ibiza registrada este miércoles

Febrero ha empezado con alerta amarilla por bajas temperaturas y heladas en Ibiza. Es el caso, precisamente, de la localidad de Sant Joan de Labritja, donde este miércoles el mercurio ha bajado hasta un grado bajo cero, según los datos oficiales aportados por la Aemet. Es la temperatura más baja que se ha registrado este miércoles en la mayor de las Pitiusas, pues en Sant Antoni se alcanzó un grado, igual que en Vila, mientras que en el aeropuerto la mínima fueron dos grados y otros tres grados se alcanzaron en Formentera.

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