La dirección de la residencia de mayores privada Colisée ha presentado en la tarde del viernes a los familiares de los usuarios un plan de acción para mejorar el servicio de este centro asistencial, durante una reunión que se ha prolongado durante aproximadamente cuatro horas. Dichos familiares han anunciado que la propiedad «ha reconocido todos los fallos que le hemos expuesto y que hay muchas deficiencias» en la operativa del centro «y que, según sus palabras, va a poner todo su empeño para subsanarlos».
Según han informado, en el corto plazo la propiedad del centro tiene previsto un refuerzo del personal con trabajadores de fuera de Ibiza, básicamente de otras residencias de la península, que en un primer momento se encargarán de formar a los trabajadores que hay actualmente en el centro.
Entre otras cosas, está previsto que en breve la residencia cuente con dos médicos, dos psicólogos, dos fisioterapeutas, además de reforzar el área de enfermería. De hecho, el jueves ya se incorporó a la plantilla una nueva psicóloga. Familiares de personas dependientes usuarias del centro han calificado de «parche» este plan de acción, aunque «habrá que darle tiempo para ver si funciona».Sin embargo, han asegurado no sentirse «muy optimistas» ya que «vemos muy buenas palabras y muy buenas intenciones, pero luego no se cumplen las expectativas, como en otras ocasiones. Cuando veamos hechos será otra cosa», han declarado.
Y es que estas nuevas incorporaciones anunciadas por la propiedad de la residencia «no nos ha quedado claro si se mantendrán en el centro una vez formen a los trabajadores de aquí o volverán a marcharse». En este sentido, han señalado que no saben si la cifra de dos médicos en el centro será constante o sólo por un determinado período «la doctora que hay ahora ya nos ha informado de que se va a marchar, Y si se va un médico para que venga otro no es reforzar la plantilla, al igual que el hecho de que vengan refuerzos provisionalmente tampoco es una solución». «Que haya poco personal y que tenga poca o nula formación sigue siendo un problema muy preocupante», han añadido.
Los familiares han reclamado a su vez a la propiedad de la residencia Colisée que tome medidas disciplinarias con algunos de los trabajadores del centro «que tienen numerosas quejas por parte de las familias y que no son válidos para ejercer la labor que están llevando a cabo» con personas que tienen altas dependencias y enfermedades neurodegenerativas. «Por el momento no contemplan el cambio de dirección», han explicado, «aunque el centro ha contado con tres directoras diferentes en los últimos meses».
Dentro de una semana volverán a reunirse ambas partes para comprobar cómo se está ejecutando este plan de acción, los avances que se han producido y si es necesario implementar nuevas actuaciones.
Finalmente, los familiares de los pacientes de la residencia de mayores de Jesús han asegurado sentirse «muy decepcionados con las instituciones», tanto Consell insular como Govern balear, porque «nadie ha venido a preguntarnos a las familias ni a interesarse por nuestra situación».