La calle de Pere Francès es una de las avenidas más transitadas de Vila con innumerables locales comerciales. Partiendo de este punto se suelen preparar diversas rutas y trayectos por el centro de la ciudad de Ibiza. La totalidad de la calle va desde la avenida de Bartomeu Rosselló hasta la calle Mallorca, con una superficie de 8.000 metros cuadrados.
Aquí se encuentra parte del corazón de la ciudad porque se comunica con zonas emblemáticas de la isla y se caracteriza por tener muchos comercios locales y varias tiendas. Por lo general, son comercios de pequeñas empresas que viven de clientes fijos y muy arraigados. Carnicerías, fruterías o barberías, que llevan toda una vida en este punto de la isla.
Tranquila y segura
Es el caso de la Farmacia Es Pratet o la tienda Etronica Ibicenca. En este sentido, trabajadores de este negocio de electrónica, Juan Antonio Juárez e Iván Agudo, explicaron que es una calle muy tranquila y segura. También se pueden encontrar una gran variedad de bares y, por supuesto, el Hotel Royal Plaza. Este hotel la convierte en una de las avenidas más populares de Ibiza para los turistas.
«Es un lugar ideal para pasear y disfrutar del ambiente céntrico de la ciudad», subrayó la turista María Vivo a las puertas del alojamiento. Sin duda, Pere Francès es una calle animada y con ambiente, especialmente los fines de semana cuando los niños pueden disfrutar de los juegos del parque infantil.
Además, esta vía, al ser paralela a la avenida Ignasi Wallis, se llena de gente sobre todo en verano.
«Es un lugar perfecto para pasar una tarde, sentarse en el parque o cenar en uno de los bares que tiene», explicó la vecina Ana mientras paseaba a su mascota por la avenida. También hay bares de tapas donde se pueden probar los platos locales. Además de todo esto, es una buena zona de Ibiza donde el estado del tráfico no suele dar ningún tipo de problema. No se puede decir lo mismo de las infraestructuras hídricas de esta zona, puesto que siempre que llueve, el agua satura la red de alcantarillado provocando la salida de aguas contaminantes.
Sin ir más lejos, los comercios de la zona están «hartos» de que esto suceda. Negocios como el de Juan Antonio Juárez o el de Mónica Máxim sufren la consecuencia del estado del alcantarillado. Mónica trabaja en moda Adlib y tiene una experiencia de más de 30 años en el mundo de la costura y 15 años en la moda ibicenca. Muy cerca de ella estaba el vecino Pablo, que criticó el estado de las infraestructuras de la calle. «También hace falta cambiar el alumbrado», matizó este residente.
Afortunadamente recordó que supuestamente el Ayuntamiento de Vila tiene previsto comenzar las obras de remodelación de la calle. Unos trabajos que, como ya adelantaron desde el Consistorio, servirán para adecuar y modernizar este trazado viario, las zonas para peatones y sus accesos, mejorando así sus condiciones de uso. «Hacía tiempo que llevábamos reclamando todas estas mejoras. No pude ser que esta calle tan importante estuviese con tantas deficiencias», explicó el propietario de la tienda de electrónica situada en la calle de Pere Francès.