Aunque la campaña electoral de las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo no arranca hasta el viernes 12 de mayo, es decir dentro de dos meses, los partidos políticos se hallan inmersos en la contienda electoral sin tregua, ni el menor respeto ni por los electores ni por sí mismos. Ya no hay amigos ni aliados. Todos son rivales a batir, sea como sea. El Gobierno de España está absolutamente roto, porque no se trata de discrepancias más o menos serias. Se están apuñalando en vivo y en directo. Sólo se mantiene unido por su voluntad de llegar al final de la legislatura sin disolver la coalición, sin caer en la cuenta de que pocas cosas hacen más daño a la izquierda que su tradicional división. Pero como los matrimonios mal avenidos, está claro que no se soportan y ya no sólo sucede en Madrid. Aquí los socios del Govern tampoco se miran a la cara como no sea para escupirse. La diputada mallorquina de Podemos, Lucía Muñoz, que además es candidata a la alcaldía de Palma, acusa al PSOE de «traición al feminismo» por impulsar la modificación de la aberrante Ley Irene Montero, más conocida como ‘Sólo sí es sí'.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reconoció «algunos efectos indeseados» en la aplicación de aquella chapuza legislativa. «Digo efectos indeseados y me quedo corto porque nadie, ni el Ejecutivo ni por supuesto los grupos parlamentarios que aprobaron esta ley, tuvimos como objetivo que se rebajara la condena a ningún agresor», dijo el líder de los socialistas al que ahora, sus socios de Podemos, acusan de querer volver al «calvario probatorio» del «Código Penal de ‘La Manada'».
El portavoz socialista en el Congreso, el inefable Patxi López, calificó la intervención de Lucía Muñoz de «impresentable» e «irresponsable». Pero da igual lo que diga, porque suceda lo que suceda, la coalación seguirá unida. Por más que se tiren de los pelos y se abofeteen, no pasará nada. Pedro Sánchez no cesará a ningún alto cargo de Podemos, por más que le sobran motivos para hacerlo. Y con eso, está cavando su tumba política y la de los candidatos socialistas que tanto se juegan el 28-M. Francina Armengol incluida.
Choque en Baleares
Las escaramuzas no se limitan al Gobierno de España. También el PSIB-PSOE y su secretaria general, la presidenta Armengol, se ven inmersos en la refriega política del todos contra todos. Més per Mallorca pretende reprobar a los diputados Pere Joan Pons y Sofía Hernanz por su voto en contra de limitar el precio de los alquileres en nuestra comunidad autónoma. Les acusan de no defender los intereses de los ciudadanos del archipiélago. Los ecosoberanistas censuran al PSOE por votar una cosa en el Parlament, pero votar la contraria en Madrid. ¿Dónde está la novedad? Eso ha venido sucediendo toda la vida. ¿Por qué habría de ser distinto ahora?
Lo único distinto es la sobreactuación de los dirigentes de Més, que persiguen erosionar al PSOE de cara a las elecciones. Nada más. Porque bien pensado, por lo que deberían reclamar su reprobación es por haber votado a favor de una Ley infecta que cinco meses después, ha de ser rectificada para volver a aumentar las penas a agresores sexuales y violadores. Sofía Hernanz y Pere Joan Pons votaron a favor entonces y votan ahora para que se rectifique lo que ellos aprobaron entonces. Sin inmutarse, sin pedir perdón, sin admitir su equivocación. Sin vergüenza.
Y también deberían ser reprobados por votar a favor de la rebaja de penas del delito de malversación de caudales públicos, con el único e indisimulado objetivo de beneficiar a los líderes del ‘procés'. ¿En qué ha beneficiado aquella medida a los ciudadanos de Baleares? A los que malversen, en mucho; pero a los honrados que no delincan, en nada. Con esta trayectoria legislativa, los diputados socialistas pagarán un alto precio electoral.
Listas Psoe
El Comité Insular de la Federació Socialista d'Eivissa (FSE-PSOE) ha cerrado su lista de candidatos al Consell d'Eivissa, que encabezará el mejor candidato hombre blanco cisgénero heterosexual casado, maduro y de clase media-alta que han sido capaces de encontrar. Para que quede claro lo feministas que son, aunque sólo para que a sus candidatos varones representantes de la masculinidad hegemónica, les sigan bonitas caras femeninas, casi siempre relegadas a puestos secundarios.
En Sant Antoni la situación se ajusta más al paradigma socialista, pero el aspirante a alcalde, Antonio Lorenzo, incurre reiteradamente en el grave error de hacer lo que su partido tan lacerante e hipócritamente critica. La propuesta electoral del PSOE en el Ajuntament de Sant Antoni incluye a dos personas imputadas en causas penales que en fechas cercanas habrán de ser juzgadas por un tribunal de Justicia: Cristina Ribas y Aida Alcaraz.
Desde luego, les ampara la presunción de inocencia. A ellas y a cualquier otro que esté siendo investigado. Porque lo que no vale es exigir a los demás lo que tú no haces. Este fariseísmo ya no pasa desapercibido a nadie.