El edificio okupa de es Viver, que fue pasto de las llamas en mayo de 2019, pronto dejará de existir tal y como era antes para dar paso a una nueva promoción urbanística de 23 viviendas. En este sentido, el fondo de inversión irlandés propietario del edificio estaba esperando desde hacía meses el permiso del Ayuntamiento de Eivissa para proceder al derribo.
El nuevo complejo, ubicado en la calle Cosme Vidal Llàcer, en el barrio de es Viver de Ibiza, tendrá bajos y áticos de entre 106 y 78 metros cuadrados. Los pisos tiene precios que oscilan entre los 409.000 y los 555.000 euros, según figura en la web de la promoción. Contarán todos con plaza de aparcamiento y trastero y una piscina comunitaria. La inmobiliaria Cecilio es la comercializadora en Ibiza, desde donde en agosto del año pasado ya informaron de que había viviendas reservadas. Esta inmobiliaria ibicenca representa en el caso de este proyecto a la comercializadora Altamira, participada a su vez por el fondo italiano doValue y el Banco Santander.
Este edificio se quemó en mayo de 2019. Un enfrentamiento entre los okupas que vivían en el inmueble se saldó con un grave incendio, que tuvo como resultado el fallecimiento de una persona. El inmueble quedó inutilizado para su posterior construcción, por lo que la propiedad tomó la decisión de derribarlo y «empezar de cero», según señalaron fuentes conocedoras del proyecto. Un año antes del incendio, en 2018, el Ayuntamiento retiró toneladas de escombros y basuras del interior del edificio.
Previamente, había procedido a retirar una grúa de obra que aún permanecía en la zona y había llevado a cabo tareas de desratización de la zona. Vila, además, llegó a tapiar el solar para dificultar el acceso de los okupas, cosa que no consiguió.