El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia ha acogido este mediodía la junta local de seguridad previa al inicio de la temporada turística, en la que se ha informado por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad que las cifras de criminalidad en el municipio han bajado alrededor de un 10% respecto al 2019.
Entre otras cuestiones, se ha trasladado la preocupación por el número de agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional de la isla, y en este sentido se ha explicado que está prevista la llegada de refuerzos del instituto armado a partir del 1 de junio. Pilar Ribas, concejala de Protección Civil ha hecho una mención especial «a la colaboración que necesitamos por parte del resto de cuerpos con nuestra Policía Local para perseguir la venta de drogas y la actividad criminal que se pueda registrar en las zonas más turísticas del municipio, Platja d'en Bossa y Cala de Bou».
También se ha empezado a preparar el dispositivo de seguridad que se desplegará de cara a las próximas elecciones del 28 de mayo en el que hay algunos cambios como el traslado al nuevo CEIP Ses Planes de los colegios electorales de Cala de Bou, que en ocasiones anteriores estaban en el local de la Asociación de Vecinos y en el antiguo centro de mayores.
De manera más inmediata, la junta local ha tratado el operativo conjunto que se pondrá en marcha de cara este próximo fin de semana, cuando está previsto el inicio de la apertura de la temporada de diversos locales de ocio del municipio con el objetivo de garantizar la seguridad de las personas y el respeto a las ordenanzas.
En la línea de establecer las prioridades de la campaña turística en materia de vigilancia, entre otras cuestiones se ha planteado la necesidad de aumentar el control sobre las caravanas y vehículos camperizados, tanto para velar por la prohibición de acampar en todo el territorio de Sant Josep, como también para vigilar determinadas prácticas y actividades que se han relacionado en estos tipos de vehículos.
Pep TNo me parecería mal una propuesta a nivel insular, con la aportación de todos los municipios, en la que ser regule dónde hacer acampada libre, cómo hacerla, con qué tipo de vehículo; dónde depositar los diversos tipos de aguas -sucias y grises- que genera este tipo de turismo en Ibiza. Es muy bonito coger la furgoneta camperizada, o una autocaravana, aparcar en medio de un bosque, o sobre los acantilados de Platges de Compte, o sobre los de Pou d'Es Lleó, pasar la noche, y dejar todos los detritos allí mismo, sin ningún pudor. Eso, señor mío lo he visto, y no es algo que quiera para nuestra isla. No digo que deba prohibirse, debe regularse, adecuar un marco normativo. Repito de nuevo, deben habilitarse lugares donde acampar y dónde depositar los diversos residuos que generan. El libre albedrío actualmente existente no es el más adecuado.