La campaña de alto riesgo de incendios forestales en Baleares comenzará el próximo 1 de mayo y finalizará el 15 de octubre, en la que se contará con 350 efectivos de extinción.
En la presentación de la temporada han participado este viernes el conseller de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, el director general de Espacios Naturales y Biodiversidad, Llorenç Mas, y el gerente del Ibanat, Joan Ramon, según ha indicado la Conselleria en una nota de prensa.
Así, a partir del próximo lunes no se puede hacer fuego en terreno forestal, ni a menos de 50 metros de este y, para hacer fuego en la franja que va de los 50 a los 500 metros de terreno forestal, es necesario solicitar una autorización administrativa.
El conseller ha pedido a la ciudadanía que «extreme la precaución» y «evite imprudencias» ante la perspectiva de una temporada de alto riesgo donde «se notarán, de nuevo, los efectos de la emergencia climática y este mismo fin de semana, ya se vivirá el primer episodio de temperaturas anómalas».
Precisamente, este año, ya se han contabilizado 38 incendios forestales (33 de ellos conatos de menos de una hectárea), un dato ligeramente superior a la media, que han afectado un total de 16,23 hectáreas de superficie. Por islas, 29 de estos siniestros corresponden a Mallorca, siete a Eivissa y dos a Formentera. En Menorca, este año no se ha producido ningún incendio forestal.
Mir ha destacado que las «principales preocupaciones», ahora mismo, son las previsiones de «alta presión humana durante los meses de verano» y «la gran cantidad de biomasa acumulada» en las masas forestales del archipiélago, especialmente en la Serra de Tramuntana a raíz del temporal 'Juliette'.
No obstante, el responsable de Medio Ambiente ha destacado que la empresa pública Tragsa trabajará sobre el terreno para que el personal del Ibanat se centre en el operativo de extinción, una vez den por finalizadas las tareas de emergencia que han ejecutado desde que se produjo el temporal.
Paradójicamente, los efectos de 'Juliette' en los acuíferos y la humedad del suelo han permitido que «el archipiélago llegue a la temporada de alto riesgo en mejor situación que la Península», ha apuntado la Conselleria.
«Aún así, las temperaturas registradas los últimos días y, sobre todo, las previsiones para los primeros días de mayo ya están por encima de la media y, por lo tanto, hay que esperar que el riesgo de incendio se incremente notablemente», ha remarcado el conseller.
Por su parte, el gerente del Ibanat ha señalado que, debido a la previsión de altas temperaturas, esta misma semana, ya se ha avanzado parcialmente la incorporación del personal, concretamente la de una brigada helitransportada en Mallorca y la de una brigada terrestre en Ibiza. Al mismo tiempo, se ha adelantado 15 días la incorporación de un avión anfibio a Eivissa.
El operativo de extinción en la temporada de alto riesgo integra un total de 350 personas entre las brigadas, ingenieros técnicos y forestales, agentes de Medioambiente, personal de la Central de Comunicaciones de Incendios Forestales (CCIF), y tripulaciones de los medios aéreos.
Ramon ha destacado que, aunque los medios humanos y materiales se distribuyen por islas, el dispositivo está diseñado y cuenta con protocolos para que «sea un dispositivo interinsular con capacidad de movilización de medios allá donde sea necesario».
En cuanto a los medios aéreos, estarán operativos tres helicópteros en Mallorca (dos en Son Bonet y uno en la base de Petra), un helicóptero en Menorca (S'Arangí), y uno en Eivissa (en la base operativa de Sa Coma). Los medios aéreos estatales de refuerzo (un avión anfibio Canadair ubicado en Pollença y un avión de carga en tierra en Son Bonet) se incorporarán al operativo el 1 de julio.
La Conselleria ha remarcado que, pese a que se pueda disponer de una autorización administrativa para hacer fuego a menos de 500 metros de masa forestal, se puede «activar el mecanismo de suspensión de quemas autorizadas en episodios meteorológicos adversos por fuerte viento, temperaturas extremas o por riesgo muy alto y extremo».
El objetivo de dichas suspensiones es «minimizar» las situaciones de riesgo por el uso del fuego durante la época de peligro de incendios forestales y en cumplimiento de la nueva normativa estatal, que "limita el uso