El Consell d'Eivissa ha presentado ante la Conselleria de Medi Ambient del Govern balear el estudio previo sobre la variante de Sant Rafel, en el que se proponen hasta siete alternativas diferentes de trazado con el objetivo de «reducir, limitar o eliminar» la cantidad de coches que pasan por el centro del pueblo. La redacción de este estudio informativo ha corrido a cargo de la empresa Ingeniería y Estudios Mediterráneo S.L.P. , cuyo objetivo es la solicitud del documento de alcance del estudio de impacto ambiental por parte del Govern que establece la Ley 21/2013 de Evaluación Ambiental.
Uno de los objetivos del Plan Director de Carreteras de Ibiza aprobado en 2016 es el de suprimir travesías urbanas. Es por esta razón que en su programa de construcción contempla en su fase 2, que va desde el 2023 al 2030, la construcción de una variante en Sant Rafel. Un núcleo urbano donde confluyen la carretera de Santa Agnès (EI-500), la que llega hasta el cruce de los Cazadores (EI-631) y la carretera entre Vila y Sant Antoni (EI-600), lo que supone que Sant Rafel sea «un importante nodo de atracción de desplazamientos».
Las alternativas
Dicho estudio informativo pone sobre la mesa una serie de alternativas para la construcción de dicha variante con diferentes afectaciones sobre el medio ambiente. Las dos primeras propuestas, conocidas como Alternativa 1A y 1 B, son muy similares y tendrían una longitud de 509 y 600 metros, respectivamente, además de dos nuevas glorietas y un carril por sentido por los que se podría circular a una velocidad máxima de 30 km/h. Ambas aprovecharían el vial ya construido que conecta la carretera EI-631 con la rotonda de entrada al núcleo urbano y el tramo sobre el túnel.
La diferencia entre ambas es que en la 1A se construiría un tramo de 200 metros que pasaría por detrás del edificio polivalente hasta conectar con la carretera de Santa Agnès, mientras que en la 1B se aprovecharía la calle Miquel Torres Escarrer, que pasa entre el edificio polivalente y la gasolinera, para llegar hasta la carretera de Corona. En este último caso solo serían necesarios construir los últimos 95 metros del trazado. Según este estudio, ambas alternativas eliminarían «en gran parte» la circulación de vehículos en el interior del núcleo urbano a lo largo de la avenida Isidor Macabich.
La alternativa 2 se plantea con una variante de nuevo trazado en su totalidad que pasaría por el noroeste de la localidad. Tendría 1.075 metros de longitud con una calzada única de un carril por cada sentido de circulación con una velocidad máxima de 80 km/h. Esta alternativa conectaría directamente la carretera EI-631, con la de Santa Agnès y la de Sant Antoni eliminando gran parte de la circulación de vehículos del interior de Sant Rafel. El estudio proyecta una rotonda entre el campo de fútbol de Sant Rafel y la Náutica San Rafael, otra glorieta para conectar con la carretera de Corona, mientras que la conexión con la de Sant Antoni se llevaía a cabo a través del ramal de incorporación existente a la salida de Sant Rafel.
La alternativa 3, como en la anterior, también supondría construir un nuevo trazado que conectara directamente la carretera que llega hasta el cruce de los Cazadores con la de Sant Antoni cruzando por la de Corona. En este caso, también pasaría por el noroeste de Sant Rafel pero a una mayor distancia y su longitud también sería mayor, de 1.690 metros. La primera de las rotondas se construiría en el campo de fútbol de Sant Rafel, otra glorieta para conectar con la carretera de Santa Agnès y un nuevo ramal para incorporarse a la carretera de Sant Antoni.
Las alternativas 4 y 5 son las que plantean un mayor consumo de territorio. La primera de ellas, con la que se conseguiría «la total supresión de las travesías urbanas de Sant Rafel», tendría una longitud de 3.075 metros y conectaría la EI-631 con la carretera de Sant Antoni desde cerca del hipódromo de Sant Rafel hasta el enlace de cambio de sentido existente situado a 1,5 km del núcleo de Sant Rafel. Este enlace se remodelaría para incorporar dos rotondas que permitieran todos los movimentos.
La alternativa 5 rodearía completamente el núcleo de Sant Rafel por el norte y conectaría la carretera de Sant Antoni con las de Corona y la del cruce de los Cazadores tanto por el sureste como por el noroeste. Esta variante tendría una longitud de 5.410 metros y conectaría con la carretera de Sant Antoni a la altura de la rotonda de los bomberos por el sur, y en el enlace de cambio de sentido situado a 1,5 km de Sant Rafel por el norte, que se convertiría en un enlace tipo diamante con pesas. Las conexiones con las otras carreteras se llevarían a cabo con glorietas en el campo de fútbol de Sant Rafel y a 700 metros del núcleo urbano de Sant Rafel en el caso de la carretera de Santa Agnès. Esta alternativa es la más larga de todas y conseguiría eliminar «completamente» la circulación de vehículos por el interior del pueblo de Sant Rafel.
Por último, el estudio plantea la alternativa 6 como una combinación de la 1 y la 2 con una nueva variante de nuevo trazado por el noroeste de Sant Rafel que conectaría la carretera que conduce hasta el cruce de los Cazadores con la de Sant Antoni pasando por la calle Miquel Torres Escarrer. Se construirían glorietas entre el campo de fútbol y la Náutica San Rafael, además de en la intersección con la de Corona y la continuación de la avenida de Isidor Macabich en dirección a Sant Antoni. También habría una rotonda sobre el túnel a la altura de la gasolinera para conectar con la carretera de Sant Antoni. Esta alternativa tendría una longitud de 960 metros.
El apunte
Las afectaciones
Según este estudio, los efectos que pueden provocar las actuaciones propuestas sobre el medio son principalmente los derivados de la ejecución de las obras, por lo que se trata de impactos «de carácter temporal y reversible, que pueden ser minimizados siguiendo las medidas preventivas y correctoras establecidas». El informe concluye que el coste ambiental de dichas obras «no es significativo considerando la magnitud, tipología y procesos de ejecución de las obras» y su localización, ya que se llevarían a cabo en zonas «urbanizadas y muy antropizadas con una intensa presencia humana».