Este pasado jueves fue rescatada otra tortuga en aguas de Ibiza. Esta vez, fue un joven ibicenco el que se encargo de salvar a este animal que se encontraba atrapado entre unas cuerdas desechadas en el mar a las que también se les habían enredado varias botellas de plástico.
El joven se encontraba navegando en su embarcación a unos 10 kilómetros de la costa de Ibiza cuando de pronto avistó lo que le pareció ser un cúmulo de basura flotando en el agua. «Mi sorpresa fue cuando llegué a recoger ‘la basura' y me encontré con la tortuga enredada en ella», explica a Periódico de Ibiza y Formentera. Tras varios esfuerzos, este rescatista consiguió montar en su pequeño barco a la tortuga, «estaba solo y no era nada pequeña» apunta el joven, que añade que revisó el estado en el que se encontraba el animal para asegurarse de que, efectivamente, se trataba de un incidente reciente ya que «las cuerdas no estaban muy liadas a la tortuga».
«Decidí cortar los hilos y soltarla. Sé que no es el protocolo a seguir pero al encontrarme tan lejos de la orilla, sin sombra, sin toalla mojada para poder colocar a la tortuga, que no paraba de moverse y morderlo todo, y la mala mar, creí que lo mejor era liberarla cuanto antes y que siguiese su camino», explica el ibicenco.
Protocolo
Cabe recordar que el protocolo publicado por la conselleria de Medio Ambiente indica los siguiente:
«El protocolo de rescate de fauna marina catalogada establece que cualquier avistamiento de una especie protegida en dificultades tiene que ser comunicado al 112, encargado de trasladar al aviso a la autoridad competente. En el caso de las tortugas marinas, se pide rescatar el ejemplar para que pueda ser atendido por los técnicos autorizados por la conselleria pero, en ningún caso, se tiene que intentar desemmallar la tortuga»