A pesar de las promesas y buenas palabras de los responsables de Educación, la legislatura finalizará sin que se haya solucionado el mal estado de los ventanales del CEIP Can Raspalls.
«Me han hecho saber que por el momento no se repararán y continuaremos un tiempo más así», lamentó ayer el director Òscar Prat. Según la versión que le habían hecho llegar, los técnicos que debían redactar el proyecto habían estado de baja y el cambio de gobierno tampoco ayudará a agilizar las obras, que todavía no han sido licitadas.
«Contactamos con Educación hace unos 15 días y me dijeron que no lo harían», aseguró.
Prat reiteró que «es algo que nos preocupa porque estaremos otro año en una situación similar, evidentemente sin el riesgo que teníamos antes, pero con la imposibilidad de manipular los ventanales fácilmente. En una de las aulas, el ventanal está completamente fijado, con lo que la ventilación es muy reducida y sólo llega a través de las puertas».
En este sentido, desde el Govern manifestaron ayer que el Institut Balear d'Infraestructures i Serveis Educatius (IBISEC) «continúa trabajando en la redacción del proyecto», misma afirmación que formularon el pasado 15 de diciembre a este periódico.
A finales de octubre, y tras la preocupación suscitada entre los padres y docentes por el mal estado de los ventanales, representantes del Ayuntamiento de Sant Josep y la delegada de Educación, Marga Ferrer, se reunieron con la dirección y la Amipa del centro para explicar qué pasos iban a darse para reparar estas estructuras. Según señaló entonces Ferrer, ya se estaba trabajando en el proyecto de renovación, que incluso iba a llevarse a cabo por la vía urgente. Días antes, decenas de alumnos habían acudido al centro con cascos como protesta para denunciar la falta de seguridad.
El Ayuntamiento sí realizó una intervención de urgencia para que los ventanales no pudieran salirse de las guías y caer sobre los alumnos o profesores.
Cabe recordar que antes de esta urgente reparación por parte de Sant Josep, algún espacio tuvo que ser cerrado ante el temor de que los grandes ventanales cayeran sobre los niños, tal como había sucedido tiempo atrás.
El CEIP Can Raspalls fue inaugurado en noviembre de 2011 con seis unidades de Infantil y 12 de Primaria, comedor y cocina. Este centro comenzó a funcionar con 50 alumnos distribuidos en dos grupos de tres años. La obra supuso una inversión del Govern balear de 3,5 millones de euros.
Por otra parte, en los últimos días una zona de Infantil en el CEIP Can Raspalls ha tenido que ser acotada puesto que unos pilares habían perdido estabilidad, aunque ello no supone ningún riesgo estructural, según confirmó el Consistorio.
Tras avisar el centro al Ayuntamiento de Sant Josep, un técnico municipal comprobó la situación y ya se está trabajando en el problema. Aunque puede parecer un desperfecto preocupante, desde el CEIP aseguraron que estos pilares «no representan ningún tipo de peligro» para los pequeños. Educación aseguró que ha pedido al Ayuntamiento un informe para conocer el actual estado de las instalaciones.