Instalación de placas solares, reparación de piezas o gestionar los residuos de los barcos. Éstas han sido algunas de las funciones realizadas, durante el torneo local de la WRO (World Robot Olympiad), por los pequeños robots que han creado desde cero un centenar de niños repartidos en 20 equipos diferentes. Diversas misiones que tenían un nexo común: Panamá. El motivo es que este país será el anfitrión de la final internacional de la VII Olimpiada Mundial de Robótica 2023 y, por ello, el tapete de cada categoría representaba el entorno de este país.
«Los jóvenes participantes tienen la oportunidad de mostrar su ingenio y destreza tanto en construcción como en programación a través de los distintos retos», ha señalado el entrenador David Solá mientras alumnos como Miguel o Pablo le preguntaban cómo hacer la conexiones entre cables eléctricos.
Dudas que el entrenador no ha resuelto sino que les ha dado las pautas necesarias para encontrar la solución al problema. «Tienen que saber gestionar las frustraciones y superarse ellos mismos», ha apuntado resaltando que esta competición, celebrada ayer en el polideportivo de es Pratet, se basa en la creación de un robot con piezas de Lego desde cero. «Todas las categorías –Elementary, Junior y Senior– tienen que demostrar sus conocimientos en montaje y programación», ha explicado.