El anuncio de la nueva consellera de Salud, Manuela García, sobre eliminar la exigencia del catalán en la sanidad balear ha sido muy bien recibido por la mayoría de sindicatos y sectores. García comunicó el martes que la acreditación del catalán dejará de ser un requisito para acceder a una plaza sanitaria. «Será un mérito porque somos totalmente conscientes de que no existe un problema en la relación médico-paciente y además se potenciará el uso de la lengua dentro de las consultas», señaló en su primera comparecencia ante los medios.
En relación a este compromiso, el Sindicato Médico Balear (Simebal) manifestó que su postura siempre ha sido que «el catalán no sea un conflicto» dentro de la sanidad pública balear, sino «algo normalizado y que no entorpezca la llegada de médicos». Una vez más, defendieron así que el conocimiento del catalán sea un mérito y no un requisito.
«Tenemos que ser coherentes con nuestro mensaje y nuestras decisiones y, por tanto, nos parece bien que el catalán sea considerado un mérito, sin menoscabar la defensa de nuestra lengua. Contratar médicos es una necesidad y hay que facilitarles la llegada», afirmaron.
Responsables de Simebal en Ibiza reiteraron que el nombramiento de García «es una muy buena noticia» puesto que «conoce los problemas de los médicos», aunque «nosotros seguiremos reclamando lo mismo que hasta ahora».
Sobre el compromiso del nuevo Govern de que la mejora de la sanidad en la isla será «una prioridad absoluta», Simebal celebró estas palabras porque «Ibiza no puede ser una isla de segunda categoría y seguiremos exigiendo cambios».
Desde el sindicato de Enfermería SATSE manifestaron que la nueva consellera, con sus palabras, tan solo se refirió a los médicos de Baleares, por lo que esperaban que el anuncio de García afecte a todas la categorías profesionales de la sanidad pública.
La secretaria autonómica del sindicato Unión Sindical y Técnicos Sanitarios (USAE), Rosa Planells, celebró también que el Govern haya afirmado que la mejora sanitaria en las islas será «una prioridad», confiando en que este compromiso no se quede sólo en buenas palabras. «Ibiza está difícil. Sobre el catalán siempre hemos pedido que sea un mérito», señaló Planells.
Según consideró, en el caso de Ibiza, si no hay sanitarios, no es tanto por el catalán sino por la problemática del acceso a una vivienda digna. Planells, en este sentido, reconoció la falta de profesionales en el Área de Salud, un problema que se agrava durante el verano debido a las dificultades para encontrar un alojamiento.
Más escéptico con las promesas de los nuevos gobernantes se mostró Toño Stihl, paciente oncológico y uno de los impulsores de las concentraciones de protesta para exigir en Ibiza una sanidad pública digna.
«Las palabras son palabras», reconoció. Por tanto, este usuario reiteró que no va a creer nada haya que no vea hechos.
Stihl no descartó que justo antes de las elecciones nacionales se organice en Ibiza una nueva concentración de protesta. También aprovechó para lamentar los problemas que, a su parecer, sigue arrastrando el Servicio de Oncología. «No podemos estar explicando lo mismo a cada oncólogo que nos visita. Si hoy tengo un problema o me sale un bulto, supuestamente hasta el miércoles no se lo podría explicar a mi médico porque sólo viene ese día», concluyó.