Agentes de la Policía Local de Santa Eulària des Riu y de la Guardia Civil detuvieron el sábado pasado a dos hombres en dos operativos diferentes y que están acusados de presuntos delitos de tráfico de estupefacientes y receptación, respectivamente.
En el primero de los operativos se detuvo a un hombre y se identificó a otros dos, mayores de edad y de nacionalidad argelina, por un presunto delito de receptación, ya que en el momento de su detención tenían en su poder nueve teléfonos móviles y cargadores, unos auriculares de la marca Apple y una motocicleta SYM Symphony 125 con el número de bastidor borrado. La intervención comenzó cuando una mujer denunció que unos jóvenes habían accedido a su habitación de hotel y le habían robado su teléfono móvil, que pudo localizar mediante los datos arrojados por su GPS en la nube.
La localización del teléfono lo ubicó cerca de dónde se encontraban en esos momentos, por lo que dos agentes de proximidad de Jesús se desplazaron hasta la zona. Los tres arrestados se encontraban en el interior de una casa de aperos, mientras que la motocicleta estaba estacionada, con el baúl abierto y los dispositivos electrónicos presuntamente robados en su interior. Entonces, la patrulla solicitó el apoyo de la Guardia Civil y del equipo de atestados de la Policía Local. Después, identificaron a los ahora arrestados. Uno de ellos ofreció resistencia durante la intervención, tirando al suelo a un agente de la Guardia Civil y propinando un cabezazo en el hombro a un policía local.
En los alrededores de la caseta, además, se encontró material como cizallas, sopletes, cuchillos, destornilladores y otro tipo de herramientas que podrían haber sido usados para cometer actos delictivos, así como objetos personales de marcas de diseñadores reconocidos.
Dinero en efectivo y drogas
El otro hombre, mayor de edad y de nacionalidad marroquí, fue arrestado en el centro de la población de Santa Eulària por dos agentes del turno de tarde, que se encontraban realizando tareas de prevención de la seguridad ciudadana. Los policías fueron alertados por un ciudadano, que alertó de la pérdida de su cartera y dio la descripción de un hombre que le había pedido hablar con su teléfono móvil y que sospechaba podía haberle sustraído sus pertenencias.
Tras varias batidas por la zona, los agentes identificaron a un hombre que respondía a la descripción facilitada por la víctima, le informaron del motivo de su parada y procedieron a cachearlo. Entonces, encontraron 12 bolsas de color blanco escondidas en un paquete de tabaco, así como dos placas de color marrón. Además, en efectivo llevaba en ese momento 460 euros en efectivo repartidos en los bolsillos del pantalón. El arrestado confesó a los agentes que había adquirido la droga en ses Figueretes, en el municipio de Eivissa, para después venderlo por 50 euros cada unidad.
Una vez analizadas las sustancias, se le detuvo por un presunto delito contra la salud pública por portar 11 gramos de hachís y 9 gramos de cocaína.