«Impotentes», «desesperados» y «hartos», éstas son algunas de las palabras que utilizó ayer el presidente de la Asociación de Vecinos y Comerciantes del Puerto de Ibiza, Joaquín Manuel Senén, para definir cómo se sienten los comerciantes de esta zona de Ibiza cada vez que llueve en la isla y sus locales se llenan de vertidos fecales. En este sentido, señaló a Periódico de Ibiza y Formentera que las últimas inundaciones ocurridas el jueves por la noche obligaron a estos propietarios a achicar agua en sus negocios anegados con bombas particulares. Unos trabajos que tuvieron que realizar con los establecimientos abiertos al público, puesto que estas lluvias comenzaron antes de las 11.00 horas y se alargaron hasta la madrugada.
Daños materiales
«Cuando empezó a entrar el agua en sus locales, muchos de ellos me llamaron desesperados con la idea de denunciar al Ayuntamiento de Ibiza. Ya no saben qué hacer», explicó Joaquín Manuel Senén resaltando que el balance negativo de este episodio de lluvias intensas, además de haber dejado una mala imagen para el turista, ha sido la existencia de daños materiales ocasionados en neveras, congeladores o cabezales. Es más, según el presidente de la Asociación de Vecinos y Comerciantes del Puerto de Ibiza, muchos de estos comerciantes estuvieron largas horas sacando el agua y limpiando los bajos de su negocio. Entre estos comercios los más perjudicados fueron, según Senén, el Bar Mambo, Zoo Bar, El Pirata Ibiza Puerto o The Rock Ibiza. También sufrió las consecuencias de estas inundaciones el almacén del Hotel Ryans La Marina.
«La mayoría de los establecimientos ubicados en la calle Garijo acabaron anegados», apuntó e indicó que mientras los trabajadores realizaban esfuerzos por achicar el agua, observaron en el mar vertidos de color marrón. «Como estas lluvias se desencadenaron por la noche, no estaban colocadas las barreras de contención para evitar que los vertidos de pluviales llegasen al mar», subrayó. No obstante, explicó que los propios trabajadores observaron cómo desembocaba en el agua, a través de uno de los aliviaderos del puerto, vertidos fecales.
Nueva depuradora
Una situación que se repite en la isla cada vez que llueve con cierta intensidad debido, entre otros motivos, a los «problemas del tanque de tormentas», ya que no evita que dichos vertidos contaminantes lleguen al mar. Indicó que la red de alcantarillado no soporta grandes cantidades de lluvia y el sistema se colapsa, provocando que las aguas fecales acaben mezcladas con las pluviales. «Se trata de un problema enquistado desde hace tiempo. Cada vez que se producen precipitaciones de cierta intensidad pasa lo mismo. Hasta que no dispongamos de la depuradora nueva de Vila, estos problemas de evacuación de agua nunca terminarán», puntualizó Joaquín Manuel Senén.
Sobre la nueva depuradora de Ibiza, que estará ubicada en sa Coma, la exministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, afirmó en una visita a las obras el pasado mes de enero que estaría lista en el verano de 2024. La inversión para esta infraestructura tan necesaria para Ibiza asciende a los 27 millones de euros. Es preciso señalar que los trabajos para construirla empezaron en 2017 y tendrían que haber estado acabados en 2020, pero diversas visicitudes, como cambios en el trazado o hallazgos de restos arqueológicos, retrasaron las obras e, incluso, llegaron a estar varios meses paradas. Por el momento, el último plazo que se ha dado es el del verano de 2024.
Negocios como La Biela estuvieron ayer buena parte del día limpiando sus locales para poder abrir.