La zona de ses Figueretes está viviendo una de sus peores temporadas turísticas. Si hace pocos días este medio publicaba los altibajos sufridos este verano por el sector hostelero, este lunes empresarios de ses Figueretes han señalado a Periódico de Ibiza y Formentera que el cierre de la playa tras la detección de vertidos fecales el pasado sábado les está pasando mucha factura. «Hemos recibido miles de quejas y cancelaciones que se traducen en grandes pérdidas económicas», ha explicado este lunes a este medio el empresario hotelero Pepe Verdera.
Asimismo, ha cirticado indignado la «falta de inversiones» del Ayuntamiento de Ibiza para prevenir estos problemas e impulsar la mejora de las deficiencias en la red de saneamiento, puesto que no es la primera vez que ocurren estos vertidos en ses Figueretes. «Estamos hartos. Esta situación se repite cada vez que llueve y se ha convertido en un problema endémico de nuestra ciudad. Es un problema claramente de inversión. Tienen que invertir más en la prevención de residuos porque siempre que hay tormenta ocurre lo mismo», ha explicado Pepe Verdera haciendo referencia al último episodio de lluvias ocurrido el jueves pasado durante varias horas.
Locales vacíos
En esta misma línea también ha criticado que la playa no se vallara antes, puesto que el hedor llegó antes del cierre de la playa. «El viernes ya no se podía ni estar en las terrazas debido al olor pestilente de las aguas fecales. Desde ese día los locales están prácticamente vacíos», ha apuntado este empresario hotelero mientras muestra un vídeo de cómo están las terrazas de la zona sobre las 20.00 horas de este lunes y ha indicado: «Estamos a pocas horas de la celebración de Sant Ciriac y no hay apenas gente en la zona. Este problema tienen que solucionarlo porque no podemos lidiar con los vertidos fecales en la playa», ha apuntado.
Una complicada situación que también se vivió por la mañana cuando este medio se acercó a la zona para comprobar las consecuencias de este cierre. Sin duda, la playa de Figueretes sigue siendo este lunes un auténtico páramo sobre las 12 del mediodía, siendo el tramo más cercano a Platja d'en Bossa la zona más solitaria. Justo aquí se extendían varias hileras de hamacas, todas ellas vacías, mientras el encargado del alquiler de las tumbonas observaba cómo la densa espuma blanca de la orilla se mezclaba con los residuos fecales presentes en el agua desde hace tres días. Tres jornadas «horribles» para el sector hostelero de la zona que ya estaba mermado como consecuencia de los «altibajos» sufridos esta temporada.
Junto a la orilla se podía observar cómo el viento nocturno había tendido sobre la arena algunas de las vallas que obstaculizaban el acceso al agua. Muy pendiente de la situación en la playa estaba también la encargada del restaurante Haddock Ibiza, Claudia Reina, quien explicó que, tras la tormenta del jueves, en la zona de Figueretes empezaron las molestias por los olores de las aguas residuales.
Avería del sistema eléctrico
«En un primer momento nos dijeron que era responsabilidad de las embarcaciones, pero luego nos explicaron que era consecuencia de una avería del sistema eléctrico de bombeo de aguas residuales», subrayó haciendo hincapié en que la temporada está siendo «muy mala» para el sector. «No estamos trabajando mucho y estoy preocupada. Sigo manteniendo a toda mi plantilla porque tienen que trabajar. Ojalá solucionen esta situación lo antes posible», apuntó mientras la bandera roja que prohíbe el baño ondeaba en el cielo.
Ses Figueretes permanecerá cerrada al baño hasta que los análisis descarten la presencia de restos fecales en el agua. El Ayuntamiento sabrá este martes, a partir de las 08.00 horas, si puede retirar la bandera roja.