El Ayuntamiento de Eivissa ha recuperado ya el control del espacio de sa Pedrera, en sa Penya, tras conseguir que las constructoras que lo estaban empleando como almacén hayan sacado de allí el material y la maquinaria. El desalojo, según han señalado fuentes del Consistorio, se produjo antes del pasado día 15 de agosto, tal y como había ordenado el Ayuntamiento de Eivissa a ambas empresas.
Tras tomar posesión del cargo el 17 de junio, el nuevo gobierno de Vila, liderado por el popular Rafa Triguero, descubrió que sa Pedrera estaba siendo empleado como almacén por parte de las constructoras Construcciones y Desarrollo Tudmir SL y Patrimonio Inteligente SL, responsables de las obras de las viviendas protegidas de la UA 27 de sa Penya. Sa Pedrera fue creado como centro artesanal en 2010. El proyecto tuvo un coste de 900.000 euros, aportados entre la UE, EL Govern y el Consorcio Ibiza Patrimonio de la Humanidad. Entre 2011 y 2015, el centro permaneció cerrado y fue al final de aquella legislatura cuando la concejal del PP Lina Sansano acometió la rehabilitación del mismo, en una obra cuyo coste fue de 80.000 euros. El responsable de su inauguración fue ya el socialista Rafa Ruiz, en julio de 2015.
Convertido en almacén
El centro se destinó a los artesanos de la ciudad agrupados en la asociación es Juvert. Y allí estuvieron trabajando hasta que en 2019, cuando el gobierno de Ruiz les pidió el desalojo con la excusa de que el espacio era necesario para las obras de la UA27. De este modo, sa Pedrera se convirtió en un almacén de material y maquinaria de construcción.
«Cuando comenzamos este nuevo mandato», ha recordado este miércoles el concejal de Urbanismo y Vivienda, Juan Flores, «comprobamos que sa Pedrera estaba lleno de materiales ajenos al Ayuntamiento y que eran propiedad de empresas privadas a las que se les había cedido el espacio como almacén». Flores ha añadido que el Consistorio solicitó a estas constructoras el «desalojo». «Han cumplido en plazo», ha añadido, «por fin se Pedrera está vacío y a disposición del Ayuntamiento y de la ciudadanía».
Vila, de momento, no ha decidido qué uso dará a este centro. «El equipo de gobierno», ha señalado Flores en este sentido, «valorará cuál es el mejor uso para este espacio en Dalt Vila». Flores, además, ha recordado que el objetivo del nuevo gobierno de la capital ibicenca es «optimizar los espacios municipales y redistribuirlos de una forma más eficaz». Es el caso, por ejemplo, del servicio Eivissa Crea, cuyas instalaciones se han cerrado y sus trabajos han sido trasladados a las instalaciones municipales del CETIS.