Ibiza es una isla cada vez más y más cara y sus altos costes se pueden ver en todo: alquileres, discotecas, restaurantes... Esto último es el caso de una persona que ha manifestado en el periódico el descontento de él y su familia tras desayunar en un conocido restaurante de ses Salines. El ticket suma un total de 99 euros: un cortado por 7 euros, tres crepes por 22,5 euros cada uno y dos aguas, una con gas y una natural, por 9,5 euros y 15 euros respectivamente.
Un abuso del precio para esta familia de turistas que, además, como explican han desayunado en el mismo restaurante, no en las tumbonas de la playa que tienen un coste añadido por el servicio.