La borrasca Betty también causó efectos en la agricultura ibicenca. Sin ir más lejos, según una trabajadora de la granja ecológica Terra Masía, el temporal del domingo destrozó algunas estructuras ubicadas en la finca y echó a perder el 90 % de la última producción de verduras del verano. «La granizada y las rachas de viento destrozaron algunas infraestructuras como, por ejemplo, el invernadero donde cultivamos los tomates», explicó Neus Costa resaltando que algunas frutas veraniegas como los higos se echaron a perder, desperdiciando este último cultivo de la temporada.
«Toda la producción se ha terminado de repente», lamentó esta mujer explicando que no sólo les duele la pérdida de la siembra, sino también el esfuerzo e inversión que tendrán que realizar para reparar las infraestructuras dañadas. En este sentido, apuntó que esta finca sufrió durante el temporal, además de un remolino de viento en diferentes direcciones, la caída de piedras de granizo que, según Neus Costa, dejó plantas «quemadas» y «agujereadas».
Además, esta trabajadora subrayó en la finca junto a los destrozos por la borrasca que, debido a estos «daños estéticos», puede que los visitantes dejen de visitar la granja porque parece que ha pasado un «tornado». En esta línea, explicó que esta explotación agrícola tiene dos funciones principales: la primera cultivar verduras y la segunda ofrecer este espacio como lugar de visita.
«Tenemos un pequeño restaurante en el que ofrecemos nuestros productos e intentamos que esté todo limpio para que la gente venga a la granja», puntualizó Neus Costa mientras resaltaba que, además de comercializar sus productos en este pequeño local, también venden sus cultivos a otros restaurantes y tiendas de Ibiza. «También vendemos verduras a particulares», subrayó esta joven, quien intentó mostrarse algo positiva pese a las consecuencias de la borrasca en la finca. «Por lo menos sé que recuperaremos todas las plantas con raíces para el invierno», puntualizó Neus Costa.