Una repercusión más visible de los casos atendidos por el 061 de Ibiza en verano. Éste es uno de los objetivos del servicio para que la población conozca la cara más oscura del turismo en la isla y sus consecuencias más negativas. «El impacto sería mayor si salieran a la luz todos los accidentes graves o casos urgentes que atendemos», explicó el técnico de emergencias sanitarias Marko Tango en la base del 061 del hospital Can Misses. Junto a este sanitario alicantino estaban el médico Pablo Corvinos y la enfermera Desirée Ntongono, quienes estaban a punto de empezar el turno de noche de un viernes que vaticinaban accidentado tras una mañana con varios servicios de urgencia.
«Las fiestas en discotecas suelen traer consigo muchas intoxicaciones etílicas o por drogas, pero también accidentes de tráfico», lamentó Pablo Corvinos resaltando preocupado el aumento de jóvenes intoxicados por consumo de drogas este verano. Sin ir más lejos, indicó que en el mes de julio se produjo en Ibiza «una semana negra» de estos casos con un balance alarmante.
«Varios menores de 25 años sin patologías sufrieron una parada cardiorrespiratoria asociada al consumo de sustancias», explicó este médico, que lleva en el servicio más de un año, haciendo hincapié en la «cara más real» del turismo en la isla de Ibiza.
En esta misma línea la enfermera sevillana Desirée Ntongono resaltó que esta anfetamina, derivada del éxtasis, es conocida entre los consumidores y vendedores de droga sintética como Molly. En este sentido, esta enfermera no dudó en reclamar, como hiciera antes su compañero Marko Tango, un mayor alcance mediático para que la ciudadanía sea consciente aún más, si cabe, del impacto y las consecuencias fatales e irreversibles que provocan estos comportamientos relacionados con la ingesta de sustancias. «Las intoxicaciones son el pan nuestro de cada día porque en Ibiza no sólo se drogan los jóvenes. Los fines de semana viene mucha gente, únicamente, para irse de discoteca y pegarse la gran fiesta», subrayó esta enfermera destacando la mezcla descontrolada e inconsciente debido al desconocimiento del consumo de Molly.
Paralelamente, el médico Corvinos manifestó que, no sólo se han incrementado estos casos de consumo, sino también han aumentado exponencialmente este año los traumatismos derivados de los accidentes de tráfico, los ahogamientos, el balconing y las peleas con arma blanca en la vía pública.
«Los precipitados y los accidentes de tráfico se han incrementado cerca de un 20 % respecto al verano pasado», apuntó Pablo Corvinos e indicó que el aumento del turismo esta temporada se ha traducido en más atenciones por parte del 061, puesto que el grueso de los turistas está relacionado con esa cara B que «tanto está perjudicando a la isla». Es por eso que este equipo de sanitarios insistió este viernes en sacar la parte más oscura de este turismo, dejando a un lado la publicidad positiva que venden hoteleros y hosteleros, para centrarse en la verdadera situación que padece Ibiza durante la temporada alta.
«Lamentablemente, cada año, muchos visitantes acaban volviendo a sus casas en ataúd o en silla de ruedas tras estos comportamientos de riesgo», apuntó Desirée Ntongono con rotundidad describiendo cómo terminan muchos de los casos que atienden desde el servicio del 061 en verano. Por su parte, Corvinos añadió que, si en los países de origen de todas estas personas fallecidas, intoxicadas o heridas conocieran esta situación real, Ibiza dejaría de ser un destino atractivo para ellos.
Turismo de extremos
«Nos sigue impactando ver a un joven fallecer sin motivo aparente como consecuencia de un consumo de drogas sintéticas, pero también es muy duro y complicado dar esta triste noticia a una familia que se encuentra a miles de kilómetros de Ibiza, pensando que su hijo está en el paraíso», indicó este joven médico zaragozano mientras su compañero Marko Tango insistía en que en Ibiza ya sólo existe un turismo de extremos. Una situación actual que únicamente contempla este tipo de visitantes que llega a Ibiza motivado por el ocio nocturno, y que apenas deja ingresos para la isla, y un turismo de lujo en pleno auge, que sólo consume en cuatro de los locales más exclusivos. Esta realidad, que preocupa mucho al servicio del 061 de Ibiza, hizo que durante este turno de noche los sanitarios reivindicaran una serie de mejoras que puedan repercutir positivamente en la sanidad pública pitiusa.
Entre ellas, trataron la saturación del tráfico y los perjuicios que conlleva esta situación, ya que confluyen más vehículos que capacidad tiene la vía y esto provoca más accidentes en la carretera.
Es por ello que reclamaron establecer un techo en el número de vehículos que circulan en verano por Ibiza. En esta misma línea, Marko Tango también exigió una «mejora real» del transporte público en la isla, puesto que esta falta de líneas y recorridos obliga a muchos de los turistas a dirigirse a una empresa de rent a car para alquilar un coche o una moto. «Muchos visitantes llegan, ven que las conexiones de transporte son mínimas y deciden alquilarse una moto cuando nunca han utilizado una», manifestó Corvinos resaltando que esta inexperiencia sumada al desconocimiento del lugar pueden desencadenar un percance.
Pasaban los minutos y llegó la hora de cenar para este equipo de sanitarios, pero antes se produjo un pase de guardia entre los técnicos de emergencias sanitarias que este viernes trabajaron conjuntamente con Pablo Corvinos y Desirée Ntongono en la ambulancia de soporte vital avanzado (SVA) de Ibiza. Terminó su turno Marko Tango y comenzó su jornada el sanitario Miguel Ángel Medina, que lleva dos años trabajando en el servicio.
Cabe recordar que estos profesionales son trabajadores de la empresa pública Gsaib, que es la que gestiona este servicio desde 2018. Desde entonces están negociando un convenio colectivo que equipare las condiciones laborales y salariales de todos los trabajadores de esta empresa. No obstante, Tango explicó que, aunque ya está aprobado, sigue paralizado. Un estancamiento que también ocurre con una de las reclamaciones más imperantes realizadas por el personal médico y de enfermería del Área de Salud de Ibiza y Formentera.
En este sentido, fue Desirée Ntongono la que volvió a exigir este viernes una ‘ecotasa sanitaria' para los turistas que vienen a Ibiza a pasar el verano. El objetivo, según esta enfermera, es que esta ‘ecotasa' revierta en el sistema de salud y en los profesionales. «En la isla se vive un turismo de riesgo. Lo lógico es que los turistas paguen por recibir asistencia sanitaria porque consumen recursos», explicó.
Un 75 % recurre a la sanidad
Sin ir más lejos, esta sanitaria manifestó que el 75 % de la gente que llega a Ibiza por vacaciones recurre a la sanidad pública y esto provoca un mayor colapso de asistencias. Indicó que los sanitarios, además de atender a los desplazados, tienen que atender a las Urgencias, un servicio que está sobrecargado en verano. Sin ir más lejos, este viernes se registró una llegada masiva de pacientes a las Urgencias de Can Misses durante todo el día.