El temor a que las fiestas ilegales vuelvan a ser una constante tras el cierre del ocio nocturno por el fin de temporada está ahí. En tan solo 24 horas, se han detectado dos eventos clandestinos y las alarmas han saltado ante la posibilidad de que esta sea la tónica en las próximas semanas. «Nos están avisando», ha asegurado en este sentido el gerente de la Asociación de Ocio Nocturno, José Luis Benítez, en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera.
La primera de las fiestas tuvo lugar este jueves en Sant Josep. Un parking ubicado en el parque natural de ses Salines fue el punto de encuentro de los organizadores de la fiesta ilegal con sus clientes, que eran recogidos en furgonetas negras para ser traslados a una villa cercana. Las denuncias de varios vecinos y empresarios de la zona a la Policía Local permitieron poner fin a la fiesta, según han explicado fuentes del Consistorio de Sant Josep. Una vez más, sin embargo, los agentes chocaron con la imposibilidad legal de acceder a la villa, por lo que tuvieron que centrar su intervención en la entrada de esta.
Botellón en un parque infantil
Solo un día más tarde, una nueva fiesta ilegal ha sido detectada, esta vez en Sant Antoni, y, más en concreto, en Sant Rafel. Según ha podido saber este periódico, varios vecinos de la zona han llamado a la Policía Local para denunciar que había una «quedada de gente» en el aparcamiento ubicado junto al parque infantil. «Estaba lleno de gente, con los coches y la música altísima y bebiendo», ha relatado uno de los denunciantes, «y veías a los taxis llegando a descargar a más. Estaban también las furgonetas negras, que son las que los trasladan a la fiesta».
Para el responsable de la Asociación de Ocio Nocturno, el hecho de que en menos de 24 horas se hayan detectado dos fiestas clandestinas «es un aviso de lo que puede venir». Y es que, según ha explicado, el sector teme que «con el cierre de las discotecas, que será entre este fin de semana y el que viene, más el buen tiempo que está haciendo, las fiestas ilegales vayan a más». «Es algo que tenemos claro», ha añadido. José Luis Benítez ha lamentado que las administraciones de la isla no tengan los instrumentos legales necesarios para poder entrar directamente en las villas en las que se celebran estos encuentros clandestinos.
Benítez, por otro lado, ha recordado que estas fiestas no cuentan con ningún tipo de medida de seguridad para los asistentes. Algo que puede acabar siendo «una desgracia» y que, de suceder, «afectará mucho a la imagen de Ibiza, a la marca». En este sentido, ha recordado el reciente incendio de una discoteca en Murcia, que se ha saldado con 13 muertos por falta de medidas de seguridad. «A la gente que va a estas fiestas», ha explicado, «parece que les motiva en exceso el rollo clandestino y no se dan cuenta de los peligros que corren. En los establecimientos de ocio de Ibiza se cuida muy especialmente todo lo relacionado con la seguridad. Nuestras puertas de seguridad están desbloqueadas, los accesos limpios, los planes de seguridad de estos establecimientos los tienen los Bomberos… En una fiesta privada no hay nada de eso, no hay ningún control. Y, mientras las autoridades no puedan entrar en las villas, no se podrá acabar con el problema. O hacemos algo como se está haciendo con los pisos turísticos o irá a peor. El trabajo que ha hecho el Consell con los detectives está muy bien. Pero hacen falta medidas más contundentes».
Este tipo de fiestas afectan también a la imagen del negocio del alquiler de viviendas turísticas. Por ello, desde la Asociación de Viviendas Turísticas Vacacionales (AVAT) de Ibiza se ha mostrado también especial preocupación por lo que está sucediendo en la isla en estos momentos. Su presidente, Roberto San Esteban, ha denunciado en declaraciones a este periódico que la entidad ha detectado «un repunte» de fiestas ilegales en la isla desde el mes de septiembre. «Ha sido todo tranquilidad hasta que ha llegado septiembre», ha explicado San Esteban, «en agosto, como las discotecas estaban funcionando, no ha habido problemas. Pero ya en septiembre sí que ha comenzado a verse más movimiento».
El presidente de AVAT ha señalado, además, que estas fiestas ilegales se organizan «de forma más profesional cada vez». Así, según ha relatado, «tienen buenos equipos, más seguridad, los pagos se hacen por Bizum y está todo más controlado para que no los detecten». Al igual que José Luis Benítez, Roberto San Esteban ha valorado el trabajo del Consell d'Eivissa contra estas fiestas, pero considera que las herramientas con que cuenta la Administración en la isla son insuficientes: «Se pueden poner multas de hasta 400.0000 euros, en función de las infracciones. Pero hace falta más».
San Esteban, finalmente, ha explicado que los organizadores de estos eventos ilegales aprovechan los huecos que quedan en los calendarios de alquiler de los propietarios de las villa para arrendarlas. «No se suelen ofrecer estas villas por menos de tres días y ellos aprovechan los huecos que quedan para alquilarlas el tiempo que necesitan. Los propietarios han llegado a ponerse en la puerta al ver que se iba a celebrar una fiesta y arriesgándose a que ellos les denuncien. Nosotros como asociación les damos todo el asesoramiento y este verano hemos tenido que intervenir en cuatro o cinco ocasiones».