El nuevo punto de atención al ciudadano del barrio de la Marina, en el municipio de Ibiza, será el lugar de trabajo del policía local que prestaba hasta ahora sus servicios como agente de proximidad en el conflictivo barrio de sa Penya. Así lo explicaron fuentes del equipo de Gobierno de Vila, que también precisaron a Periódico de Ibiza y Formentera que este policía patrullará por la Marina y parte de sa Penya en motocicleta. «Realizará su trabajo con los turnos y horarios que tenía antes», añadieron las mismas fuentes municipales.
El retén de sa Penya no desaparecerá como infraestructura pues la intención del Consistorio es, según apuntaron, reconvertirlo en vivienda. «Se reformará como vivienda», afirmaron desde el Ayuntamiento, «aunque aún no sabemos si se destinará a la Policía Nacional o a otro tipo de funcionarios del Estado que trabajan en la ciudad». No es la primera vez que Vila ofrece viviendas a agentes del Cuerpo Nacional de Policía. En la pasada legislatura, el Consistorio habilitó 12 viviendas entre las calles Alt y Retir de sa Penya para trabajadores de este cuerpo policial estatal. Se trata de apartamentos de entre 45 y 75 metros cuadrados que se encuentran actualmente ocupados en régimen de alquiler. Este proyecto se inició hace años y con el mismo se pretendía no solo fidelizar a los agentes de la Policía Nacional, que tienden a irse de la isla por el elevado coste de la vida, sino, además, incrementar la seguridad en un barrio tradicionalmente vinculado a la delincuencia.
En cuanto al de la Marina, fue instalado este verano con el fin de que los agentes pudieran prestar servicio en el barrio de lunes a viernes, entre las 10.00 y las 14.00 horas y las 18.00 y las 21.00 horas, según explicó en su momento el concejal Juan Flores. Se trata de un espacio fácilmente identificable desde el exterior por los ciudadanos como punto de atención policial, dado que sus colores son el azul y el blanco, que representan a la Policía Local de Vila. La oposición criticó en su momento esta caseta por considerar que no cumplía con lo estipulado por el plan urbanístico que regula esta zona histórica de la ciudad. Sin embargo, el equipo de Gobierno defendió su instalación al tratarse de mobiliario urbano.